La religiosa mexicana del siglo XVII, Sor Juana Inés de la Cruz, era el nexo cálido de unión entre Paradores de Turismo, y el Festival de Teatro de Almagro. Una colaboración que en los últimos años se había desvanecido un tanto, tras años de caminar juntos el Festival con las Jornadas Gastronómicas, que tenían lugar en su precioso patio de las cañas. Siempre hemos afirmado que la historia del Festival, que este año celebra su 42 edición, ha corrido pareja a la historia del Parador de Almagro. Aquí está la evidencia más indeleble.
De hecho, si en 2017 celebrábamos los primeros 40 años del Festival, será este 2019 cuando esas cuatro décadas conmemoren la inauguración del Parador, de cuya celebración nos ocuparemos en su momento. Un lejano 27 de septiembre de 1979, por parte nada menos que de la reina Sofía, según la Placa dorada del Patio de las Higueras que nos lo recuerda… Eran aquellos dos primeros años de Jornadas de Teatro Clásico, que entonces tenían lugar en septiembre, cuando los estudiosos participantes debían trasladarse al Parador de Manzanares o al Motel El Hidalgo (Valdepeñas) para pernoctar…
Almagro no contaba entonces con un alojamiento de nivel y… si un efecto positivo desencadenó la apertura del Parador de Almagro, fue el de ofrecer una más que notable oferta, cuando apenas existía la demanda… He ahí la postura que forma parte de la clara filosofía de la Red de Paradores desde 1928, dinamizando cultural, social y económicamente aquellas zonas menos desarrolladas, pero con recursos dignos de ser valorados y difundidos. Sigüenza fue pionero desde su Parador, y hoy ha multiplicado sus hoteles y restaurantes, que incluyen un dos estrellas Michelín…
DINAMIZAR LA COMARCA
De ese papel de dinamización y subsidiariedad, es un claro ejemplo el Parador de Almagro, cuya oferta hoy se ha quedado corta, y la ciudad sigue necesitando más y más establecimientos para alojar al creciente número de visitantes. Que llegan a la ciudad subyugados por su rico patrimonio histórico-artístico, pero que ya está indefectiblemente marcada por su componente teatral.
Aunque no existen cifras de número de visitantes de la ciudad, según los datos facilitados por el propio Ayuntamiento, desde las 91.730 personas que en 2008 pasaron por el Corral (primer año del que existe estadística), hasta los 109.504 de 2018, se percibe un lento, pero sostenido crecimiento. Evidentemente, no todos los visitantes entran al Corral todas las veces que acceden a la ciudad, por lo que es forzoso imaginar que este otro dato, el de visitantes globales a Almagro, se eleva a varios miles de personas más… Con la enorme repercusión que para el comercio e industrias locales representa.
El descubrimiento del Corral de Comedias en 1954 –único en el mundo que ha aguantado los envites de cuatro siglos- supuso un punto de inflexión en un marco local ya de por sí privilegiado. La inauguración en 2004 de la nueva sede del Museo Nacional del Teatro (en los Palacios Maestrales), fue otro fuerte aldabonazo en ese camino al infinito que ha emprendido la ciudad calatrava. Y otra vez la corona española en la persona de sus Reyes, dibujando el nombre de Almagro en el mapa del mundo mundial. Lo que no hizo sino acentuar ese perfil teatral almagreño.
UNA HISTORIA DORADA
Y así, los quilates de este Almagro suben y suben… Una ciudad tan vinculada a la corona del César Carlos –del I de España al V del Sacro Imperio Romano-Germánico-, que registra notablemente el paso de sus administradores Fugger. Los que recibieron la explotación de Minas de Almadén, para cobrarse las deudas contraídas con su entronización (más bien ‘imperialización’), junto con las continuas guerras que tuvo que afrontar el emperador durante la mitad de su vida…
De Almadén salía el mercurio necesario para traer el oro y la plata de América, sí… pero desde Almagro se dictaban las normas y estrategias para la producción y distribución del preciado metal líquido… Términos como ‘blonda’ han hecho ‘encaje de bolillo’ con otros como Flandes, Fugger (los banqueros), Wesell, Wesler (sus administradores), la Antigua Universidad (la Nuestra Señora del Rosario), o San Bartolomé, Madre de Dios, Santa Catalina, Asunción Calatrava… y Valdeparaíso, Torremejía… Entretejido todo en un tupido tejido histórico y patrimonial, hermoso y valioso como sus encajes…
Y ya vamos llegando al meollo de la cuestión. El papel de nuestro país en las tierras del Virreinato de Nueva España (siglos XVI-XIX), originado tras la caída de México-Tenochtitlan, fue puesto sobre la larga mesa de colaboración. Y también su viceversa, porque fue un viaje de ida y vuelta. Ahora, la colaboración al más alto nivel entre Paradores y el Festival de Almagro ha quedado sellada… con los profesionales de la prensa como testigos de excepción.
CURIOSA ACTA NOTARIAL
En el Encuentro de Periodistas venidos principalmente de Madrid, que se produjo ayer en el Parador de Almagro, estuvieron presentes el Presidente de Paradores de Turismo de España, Óscar López, y el Director del Festival de Almagro, Ignacio García. Un encuentro rubricado bajo la curiosa oferta culinaria preparada por expertos de la Red, y materializada por el jefe de cocina del Parador de Cuenca, Miguel Ángel Martínez.
Tras la foto de recuerdo para las páginas y para el corazón de medio centenar de profesionales, el comedor del establecimiento se reveló como el escenario adecuado para importantes reflexiones históricas, culturales, económicas y culinarias. Así, los comunicadores fueron los primeros en conocer el menú que se servirá en el Parador de Almagro del 4 al 28 de julio, coincidiendo con la celebración de la 42 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico.
De hecho, Paradores de Turismo y el Festival de Teatro Clásico de Almagro presentaron un menú de mestizaje basado en las recetas de Sor Juana Inés de la Cruz, figura fundamental en el México del siglo XVII, y de la cual este año se representarán un par de obras. Esta 42 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, donde el país invitado es México, se centrará en la figura de Sor Juana Inés de la Cruz. La polifacética escritora novohispana –que sin salir del convento escribió lírica, dramática, música, culinaria y hasta astronomía- nos descubre de manera apasionada y creativa la cocina de su época. Una gastronomía mestiza entre lo europeo y lo indígena, que ha marcado unos principios gastronómicos esenciales vigentes en la actualidad. ¡Desde hace 500 años, que precisamente se cumplen en este 2019! Pero no debemos olvidar, que la verdadera tradición no es el culto a un pasado muerto, sino el dotar de una nueva vida, a lo que considerábamos ya caduco…
Paradores, en su apuesta por la recuperación de la cocina regional y tradicional, presenta este menú que ha sido diseñado por el equipo de cocina de la Red, en colaboración con los expertos del Festival de Almagro. Un menú inspirado en el recetario del Convento de San Jerónimo (Ciudad de México), que fue transcrito por Sor Juana Inés de la Cruz, y en la cocina tradicional manchega. Platos llenos de contrastes donde se mezclan los sabores de ambos países, que consiguen un maridaje perfecto entre España y el Virreinato de la Nueva España.
MENÚ DEL SIGLO DE ORO
En la presentación el Director del Festival realizó un breve prólogo de la llegada de los españoles a México, evitando utilizar los términos ‘conquista’ o ‘descubrimiento’. Para Ignacio García, fue un ‘encuentro’ entre dos continentes y dos culturas, o en todo caso un descubrimiento mutuo… “De hecho Moctezuma salió a recibir solemnemente a Hernán Cortés en 1519”. Muy otra es la historia de los años siguientes 1520 y 1521… “Pero algunos importantes productos, hoy imprescindibles en nuestros platos (tomate, pimiento, patatas, maíz, fríjoles, calabaza, cacahuete, piña, chocolate, pavo…) vinieron de allí”. Aunque claro, también les llevamos caballos y vacas, el cerdo y la oveja… aceituna, uva, plátano, trigo, arroz…
Volvamos a la presentación, diciendo que se escenificó una muestra de productos bien completa. Pero haciendo un guiño a la obra de Sor Juana Inés de la Cruz, uno de los exponentes del teatro breve del Siglo de Oro, el menú se sirve siguiendo las piezas teatrales. Así, como Loa se comienza con salobreña de Almagro y agua fresca de Jamaica. Para los Entremeses no podían faltar berenjenas de Almagro IGP, seña de identidad de la localidad; mojete, ensalada manchega a base de tomate, cebolla, aceitunas y clara de huevo; ensalada de nopales, cáctus conocido en la cultura prehispánica como planta de la vida, seña de identidad de México; y como no podía ser menos, guacamole a base de aguacate, jitomate, cebolla, cilantro y lima.
Se continúa con croquetas de gachas, plato tradicional manchego elaborado a base de harina de almorta; migas, buñuelos de queso manchego sobre pisto del ‘Recetario de Sor Juana Inés’ (base de masa frita en forma de torta, que se prepara con queso manchego, y el guiso de verduras más manchego que hay: el pisto), Para terminar con los entremeses, tamalitos de frijoles refritos, un plato popular mexicano de origen indígena.
LOS PLATOS PRINCIPALES
Para la Jornada Primera, camarones, mango. El ‘camarón’, denominado así en la cocina mejicana, y conocido como ‘langostino’ en la española, se sirve con un salpicón y puré de mango. Como plato fuerte, servido en la Jornada Segunda, unas perdices al chocolate. Receta tradicional manchega a la que se añade chocolate negro -un producto tradicional de los moles mexicanos que añade potencia y brillo a los guisos. Todo acompañado de pan floreado (un pan candeal típico de Méjico en el siglo XVIII) y pan de Cruz IGP (pan candeal artesano de la provincia de Ciudad Real).
Sigue el acto gastronómico con la Jornada Tercera, donde una Jericaya con frutas de sartén acompañada de sorbete de piña asada sorprenderá a los comensales. La Jericaya es un postre del recetario de Sor Juana Inés de la Cruz, al que se acompaña con las tradicionales flores manchegas.
Vinos de la región selección del Parador, y procedentes de la firma local ‘Cervera’, cuya representante presentó sus vinos de tierras volcánicas calatravas, armonizaron el suculento abanico culinario, que se remató con el homenaje a la obra Sarao de las cuatro naciones, y como colofón el café y ante de almendras, un bizcocho remojado en almíbar extraído del recetario del Sor Juana Inés, acompañado de pastas artesanas almagreñas.
Según quedó bien patente en la intervención del Presidente de Paradores, Óscar López, “La Red de Paradores de Turismo cumplió 90 años en 2018. Desde aquel Parador de Gredos –entonces llamado ‘Albergue’ para cazadores), esta cadena hotelera pública es un concepto de turismo único en el mundo. El hecho de que España, con un tamaño similar a California reciba más turistas que todos los Estados Unidos, no es banal”. Como no lo es, que la mayor parte de sus establecimientos se ubiquen en lugares singulares, como edificios históricos, conventos, palacios, castillos, y también en espacios naturales excepcionales. “Y que sólo apunta a la cumbre. En sus restaurantes se puede comer del mejor lechazo, al mejor cocido, entre otras grandezas”.
EL CIENTO POR UNO
Son casi un centenar de exclusivos establecimientos, donde Paradores trabaja con el objetivo de recuperar y sostener el patrimonio histórico-artístico. Y ello, a través del uso turístico de los edificios, alentando un desarrollo sostenible, y desde luego siendo respetuoso con el medio ambiente. “Promoviendo al mismo tiempo de manera inequívoca y exquisita, la gastronomía regional”. Y finalmente promocionando los destinos culturales españoles, “desarrollando un producto turístico de calidad, y habiéndose erigido en una imagen de la hostelería española, referente de la España Global en el ámbito internacional”.
“La Red de Paradores de España, de las 30 plazas de 1928 ha pasado a las 10.000 de 2019, en 97 establecimientos en todas las Comunidades Autónomas y en Portugal, con 4.000 profesionales y 65 habitaciones por término medio”. Duplica el número de establecimientos en los años 60; en los 80 se amplía con la incorporación de ENTURSA (Hostal Reyes Católicos, Hostal de San Marcos y Hotel La Muralla), “y en 1991 se constituye como Sociedad Anónima de titularidad pública, siendo en 2019 una compañía saneada, rentable, eficaz y competitiva, que reporta beneficios al Estado”, añadió Óscar López.
Concluiremos reseñando que la Red cuenta con 1 millón de ‘Amigos de Paradores’ y fueron sus clientes durante 2018: 919.101 españoles (65%) y 503.913 de clientes extranjeros (el 35%). Contó con la ocupación de 1,3 millones de habitaciones/noche, sirvió más de dos millones de cubiertos en sus restaurantes, y sólo en Castilla-La Mancha cuenta la Red con ocho establecimientos. Ocho excelentes Paradores de Turismo, que conjugan el pasado monumental con el presente más esplendoroso: Alarcón, Albacete, Almagro, Cuenca, Manzanares, Oropesa, Sigüenza y Toledo. De ellos, 2 están instalados en castillos; 1 en un palacio; 2 en conventos, y 3 son de nueva planta. Pero todos ellos son ‘de fábula’…
Finalizada la sesión del Parador, se efectuó una visita al Corral de Comedias, que contó con el Director del Festival como guía y anfitrión, y que descubrió a los periodistas visitantes, aspectos menos conocidos del Corral, y del Festival que le ha dado brillo universal.
