La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 puso entre la espada y la pared la 43ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Sin embargo, las medidas de desconfinamiento y la llegada de la nueva normalidad hicieron que el Festival pudiera celebrarse y que Almagro continuara siendo la reserva natural del Siglo de Oro.
La 43ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro se celebrará este año del 14 al 26 de julio, siendo más reducido en espacios, aforos, días y representaciones, para garantizar las seguridad sanitaria debido a la pandemia del coronavirus.
El director del Festival, Ignacio García, durante una rueda de prensa para presentar ‘El teatro de sus Mercedes‘ este martes en Ciudad Real, ha destacado que “si se puede volver a las playas y terrazas, también se puede volver a Almagro”. Eso sí, extremando las medidas de seguridad al máximo para evitar contagios. En este sentido, García ha explicado que este año, además de reducir el Festival dos semanas, quitar espacios y eliminar las compañías extranjeras, también han adaptado los horarios de las representaciones para evitar que coincidan las entradas y salidas de los espectáculos a las mismas horas. “Nuestra intención es que no esté todo el mundo cenando a la misma hora”, ha señalado.
También han adaptado las obras a los espacios donde se realizarán las representaciones en función de su tamaño. En este caso, ha puesto como ejemplo el Corral de Comedias, donde, “como mucho”, se subirán dos o tres actores a sus tablas, ya que para el director del Festival “sería imprudente meter a diez actores en el Corral”. Por ello, han decidido adaptar el Corral a obras más pequeñas.
“Los ojos de todo el país estarán mirando para ver cómo lo hacemos”
“Almagro va a ser un festival extraordinario este año”, ha asegurado García. “Volvemos con mucha prudencia, pues va a ser uno de los primeros festivales de España en celebrarse y los ojos de todo el país estarán mirando para ver cómo lo hacemos”, ha comentado, al tiempo que también ha mostrado su entusiasmo, porque será la primera vez “en muchos meses” que los actores se pongan de nuevo frente al público. “No es lo mismo estar ensayando delante de una cámara que interpretando una obra delante del espectador al que se le oye su respiración, su risa o su llanto”, por eso ha considerado el director del Festival que “Almagro necesitaba reinstaurar esa sensación” entre actores y espectadores. “Necesitábamos una esperanza después de tanta sombra y la cultura no es nada superfluo”, ha reflexionado.
Ganas de cultura
El director del Festival ha considerado que “hay ganas de cultura” tras meses en los que hemos estado encerrados en casa sin tener acceso a ésta. Hay tantas ganas que, según ha comentado García, en las primeras 24 horas de venta de entradas se vendieron más que en ningún otro año. “Al espectador no le es indiferente el hecho de asistir a la cultura en vivo y eso es lo que va a poder disfrutar en Almagro”.
Los aforos en Almagro se han reducido este año al 50% de su capacidad, por ello García ha recomendado que todo aquel que quiera ver una obra concreta, a una hora concreta y en una fecha concreta que saque cuanto antes las entradas, por que ha mostrado su convencimiento que se van agotar casi todas las entradas.
Festival
Este año el Festival acogerá espectáculos, del 14 al 26 de julio, en cuatro espacios: el Corral de Comedias, buque insignia de la cita teatral manchega; en el Teatro Adolfo Marsillach (antiguo Hospital de San Juan), sede veraniega de la Compañía Nacional de Teatro Clásico; en la Antigua Universidad Renacentista de Almagro (AUREA), espacio cerrado y climatizado; y en el Palacio de los Oviedo, antiguo cine de verano recuperado como espacio escénico hace dos años.