Almagro ya está inmerso en unas de sus fiestas más arraigadas y queridas: Los Santos Viejos. Como es tradición, cada noche del 16 de enero, víspera de San Antón, las hogueras recuerdan que ya ha quedado atrás la Navidad y que, por delante, los almagreños tienen un mes de fiestas populares que se extenderán hasta principios de febrero, finalizando con la festividad de San Blas.

La festividad arrancó, este jueves, con la tradicional noche de hogueras en la que tiene lugar el encendido de la primera hoguera, la de la Hermandad de San Antonio Abad, organizador de la celebración, en el exterior de la ermita que alberga al santo patrón de los animales situado en el barrio de San Juan.
Tras la venta de hornazo y la invitación a lo más tradicional de esta fiesta; limoná y somallao, comenzó el concurso de hogueras. Un total de seis grupos de amigos y familiares han participado en esta ocasión. La más animada fue una de las de más solera y tradición, la de calle Quevedo.

Año tras año, caiga como caiga en el calendario la noche de san Antón, haga frio o llueva, este numeroso grupo de incondicionales de la festividad de san Antón se reúnen entorno a una hoguera. También volvieron los amigos y socios de la peña taurina a encender una hoguera junto a la plaza de toros. Ellos recibieron el premio a la hoguera más grande. Los premiados con el mejor somallao y la mejor limoná se lo llevaron las hogueras de las calles Lepanto y La Santa. Cada uno de los grupos ha recibido 60 euros de premio otorgado por el Ayuntamiento de Almagro. La concejal de Festejos, María del Carmen Peñalta, fue la encargada de hacer entrega del galardón económico en la noche de hoy.
La jornada de este 17 de enero, Día de San Antón, estuvo marcada con una misa en honor al santo y la bendición de las mascotas. Al anochecer, la explanada que rodea la ermita reunió a niños y adultos que pudieron disfrutaron de atracciones infantiles, hinchables, de un chocolate con churros. También tuvieron la oportunidad de adquirir hornazos, y participar en la subasta de productos donados por los vecinos, como aceite, vino, cubiletes, pañuelos de encajes, entre otros.

El acto culminó con el sorteo de la cesta de productos cárnicos, que sustituye al tradicional guarro, sorteado durante décadas. La papeleta ganadora fue la 9695, y el afortunado ganador estaba presente en el momento del sorteo.