Almedina es una de las poblaciones de la provincia de Ciudad Real que se ha adherido a la segunda edición de ‘Holapueblo’, un proyecto del Grupo Red Eléctrica, Correos y AlmaNatura que pretende impulsar la repoblación en las áreas rurales, facilitando de esta manera el contacto de pueblos en búsqueda de nuevos habitantes con personas que desean realizar un cambio de vida poniendo en marcha un proyecto de emprendimiento en el medio rural e instalándose allí.
A pesar de que en la actualidad Almedina apenas cuenta con 550 habitantes, este municipio, encuadrado dentro del histórico Campo de Montiel, llegó a rondar los 800 vecinos hace 20 años.
“Lo que perseguimos nosotros, como cualquier otro pueblo que se haya sumado al proyecto, es buscar empresarios y emprendedores que encuentren en el mundo rural un atractivo para desarrollar un proyecto y poder instalarse aquí”, comenta José Antonio Talavera, alcalde de Almedina, quien añade que “en la localidad estamos especialmente interesados en atraer a empresarios familiares, pues queremos que, sobre todo, se instalen familias con niños”.
Conscientes de la importancia que supondrá la captación de nuevos vecinos, circunstancia que a la larga redundará en la creación de empleo y riqueza en el municipio, el Ayuntamiento de Almedina también va a realizar un importante esfuerzo para facilitarle la labor a los nuevos y futuros emprendedores que vengan de fuera. De hecho “durante los tres primeros meses vamos a pagarle el alquiler de la vivienda a cualquier emprendedor o familia que quiera venir hasta nuestra localidad. Y también les daríamos facilidades en el hipotético caso de que quisieran comprar una vivienda”.
Pero desde la institución municipal también pondrán a disposición de los nuevos habitantes que aterricen en el municipio la sala de coworking “para que puedan trabajar de manera online”.
Parece que el esfuerzo que están realizando desde el Consistorio, ayudados por la labor que realizan tanto el Grupo Red Eléctrica como Correos y AlmaNatura en pos de impulsar la repoblación en las áreas rurales, está empezando a dar sus frutos. No en vano, y según explica José Antonio Talavera, “ya hemos mantenido contacto con una familia argentina que tiene una empresa muy famosa de turismo y que desea trasladarse a esta zona”, para lo cual “han hablado con nosotros para ver las características y comprobar qué posibilidades tienen de continuar con su mismo negocio en tierras manchegas”.
Según el primer edil, Almedina es una población que tiene un importante potencial pero que, a pesar de ello, en los últimos años ha ido perdiendo población debido, principalmente, a que “la gente cada vez se hace más mayor y, por naturaleza, se muere. Otro factor que ha influido negativamente en la pérdida de habitantes reside en que la gente joven que sale a estudiar fuera del pueblo en su gran mayoría no regresa después”. A todo ello hay que añadir que “hay personas mayores que deciden dar el paso y marcharse a otras ciudades, como puede ser Valdepeñas, buscando la proximidad de otros servicios importantes, como por ejemplo los sanitarios”.
José Antonio Talavera considera que tanto en Almedina como en otras poblaciones del Campo de Montiel, “hay mucho trabajo”, porque “dentro de las labores relacionadas con la formación y el mantenimiento, por
poner un ejemplo, necesitamos electricistas, carpinteros y oficiales de albañilería”. Por este motivo, opina que el proyecto de ‘Holapueblo’ puede ser una buena oportunidad para aquellas personas que cumplan con los requisitos anteriormente señalados. “Y luego también están aquellos emprendedores que deseen desarrollar un negocio relacionado con el turismo, un sector en auge, dentro del Campo de Montiel”.
Debido a las características físicas de alojamiento y a la idiosincrasia que presenta Almedina, el alcalde considera que esta localidad “necesitaría tener una población de unos 1.200 habitantes para que todos los servicios de los que disponemos se puedan mantener y generen una economía buena y estable”.
EATIM de El Hoyo
En la EATIM de El Hoyo la vida transcurre con tranquilidad, los vecinos que han decidido seguir viviendo en su pueblo hacen de esta zona un lugar entrañable para el visitante. Rodeado de naturaleza por todos sus puntos, en contacto estrecho con las serranías que envuelven a El Hoyo, hacen de esta EATIM un lugar único para disfrutar de la naturaleza.
Ignacio Gutiérrez, alcalde de El Hoyo, explicaba que su pueblo ha pasado de tener 1.500 habitantes en el año 1960 a los 205 que tiene en la actualidad censados, de los que aproximadamente residen de manera habitual unos 180. La despoblación ataca a estas poblaciones del mundo rural que se encuentran alejadas de los grandes núcleos poblacionales y por ello su entrada en ‘Holapueblo’ es para ellos un pequeño balón de oxígeno para poder seguir luchando por atraer visitantes a estas zonas más rurales.
“Es muy importante todo lo que sea dar a conocer estos pueblos” y El Hoyo cuenta con grandes atractivos para las personas que se animen a conocerlo. Varios miradores desde los que se pueden contemplar unas vistas excepcionales, es el caso del Mirador de Cerro Castaño, desde donde se divisa todo el pueblo y la vista llega a alcanzar la provincia de Jaén en los días despejados, el Mirador de El Quintillo o El Molinillo son otros de los atractivos paisajísticos que contempla este pequeño pueblo.
A estos miradores se pueden sumar varias rutas senderistas a realizar por las sierras de los alrededores, de dificultad leve o más dura, atendiendo a las demandas de los visitantes o conocer el pasado de este pueblecito solo con ver el horno de leña comunitario que está ubicado en una de sus calles y donde antiguamente los vecinos iban a cocer el pan por turnos. Una curiosidad que marca el carácter solidario y altruista de esta población desde hace décadas.
Además, El Hoyo también está incluido en los destinos Starlight con su mirador de la Ermita de San Isidro, desde donde se pueden avistar los despejados cielos nocturnos de esta zona con baja contaminación lumínica. Un potencial que en estos momentos está muy de moda.
Gutiérrez no olvida la buena gastronomía de su pueblo, “con panes de la panadería de los de toda la vida, en hornos de leña”, esa comida típica de los pueblos que El Hoyo conserva en toda su esencia, la comida de antaño que tanto se echan de menos esos sabores en las grandes ciudades.
En la actualidad los habitantes de El Hoyo son gente de avanzada edad que llevan toda su vida en su pueblo y no quieren dejar atrás su manera y modo de vivir. Aunque el alcalde de esta EATIM reconoce que la despoblación es un arma de doble filo para estos pueblos porque los lleva a la desaparición si no se pone remedio antes. También reconoce que con la llegada de la pandemia han sido algunas familias más las que han regresado a El Hoyo algunas temporadas, “algunas de ellas hacía ya treinta años que no venían por aquí” y afirma “esto nos da algo de luz “.
Y es que los vecinos de El Hoyo son gente “muy noble, abierta, alegre, a la antigua” que siempre están dispuestos a recibir bien a quien se anime a visitar su pequeño pueblo.
San Benito
Almodóvar del Campo tiene diez pedanías en total, una de ellas es San Benito, la más alejada de este núcleo urbano, ya casi lindando con la comunidad andaluza y allí, entre sierras, ve pasar los días y la vida de manera tranquila: la que transmiten los pequeños pueblos en su día a día.
Gregorio Ruiz es el alcalde pedáneo de San Benito, quien asegura que participar en esta iniciativa de Holapueblo puede ser todo un revulsivo para poblaciones tan pequeñas como la suya, por lo menos las sitúan en el mapa y le abren las puertas al resto de España.
“Es una iniciativa bastante interesante para captar alguna familia que quiera venir a vivir aquí o algún emprendedor que quiera instalar en esta zona su negocio”, explica consciente de que su pueblo tiene pocos habitantes y que en unos años cada vez el descenso es mayor. Actualmente son 195 habitantes los que están viviendo en San Benito, aunque de ellos más de una decena son niños, una cifra nada desdeñable para esta pequeña aldea; niños que dan alegría y otro tipo de vida a esta pequeña pedanía, el de menor edad tiene 3 años en la actualidad, “en los últimos años aquí no ha nacido ningún niño”, lamenta.
Ruiz intenta potenciar su pedanía para poder seguir adelante y tener algo de visibilidad al exterior y habla de sus potencialidades para hacer una vida alejada del mundanal ruido, “aquí tenemos de todo para vivir, además tenemos mucha agua y muy buena que hace que mucha gente de otras poblaciones vengan a llenar aquí a la fuente, además estos años de atrás se hizo una piscina municipal que da otro aire en verano a este pueblecito, por lo menos la gente joven que viene tiene alguna manera de entretenerse”, justifica y reconoce que la agricultura y la ganadería son los dos pilares básicos de la economía de la aldea de San Benito, pero también sus sierras son uno de los grandes atractivos turísticos para fomentar las visitas a esta aldea.
En estas pequeñas poblaciones las cuestiones más nimias para la gran ciudad cobran una especial importancia para la vida diaria de las mismas. Las fiestas se viven con alegría y alboroto por ver llegar a gente de otras zonas hasta sus poblaciones y encontrar en sus pueblos otra vista diferente a la cotidiana y cualquier forma de entretenimiento es valorado al máximo.
Precisamente la cercanía de San Benito con la comunidad andaluza hace que uno de sus platos gastronómicos importantes sea el lechoncillo ibérico frito, explica Gregorio Ruiz, quien además también hace referencia a las migas manchegas como otro de los platos típicos de esta pedanía.
Sus vecinos ofrecen un trato cercano, acogedor, para que cualquier persona que llegue hasta la aldea de San Benito “sea bien recibido y de manera muy afable, con la gente de fuera siempre mis vecinos son muy amables”.
Esta aldea tiene las puertas abiertas a futuros visitantes, a posibles vecinos y habitantes que se establezcan en la misma ofreciendo de sí mismos todo lo mejor.