El alcalde de Almedina llevaba tiempo dando vueltas a un proyecto que aunara turismo y cultura para su pueblo, pero fue en 2015 cuando la idea cristalizó tomando el nombre de festival ‘Almedina Mora’ que celebra del 4 al 6 de agosto su segunda edición.
Por segundo año consecutivo, cuadrillas de personas recorrerán las intrincadas calles del municipio prendiendo miles de velas que iluminen la noche desde la antigua acequia al punto más alto del pueblo, como ocurría en el origen de la localidad. Por segundo año consecutivo las calles se llenarán de espectáculos, sultanes, soldados y bailarinas que devolverán a los visitantes a la Al-Andalus medieval gracias a la implicación de los almedinenses.
“El equipo de Gobierno se reunió varias veces hasta tener un esbozo de la fiesta, pero era necesario el compromiso del pueblo para llevarla adelante”, explica Almudena López, concejal de Cultura y Festejos de Almedina. “Entonces creamos un grupo de Whatsapp al que se fue sumando gente y sin darnos cuenta todo el pueblo estaba implicado aportando ideas para preparar el festival, para engalanar las calles, encender las velas y crear ese ambiente tan especial que se vive en esos días”.
En su primera edición, en 2016, Almedina, una localidad de poco más de 500 habitantes, vio desbordadas sus previsiones y una riada de 10.000 personas recorrió sus calles por unos días. “En los bares la gente hacía cola para poder cenar, el pan se les agotó, había momentos en los que la gente aparcaba hasta un par de kilómetros en la carretera de entrada al pueblo porque no había espacio dentro del pueblo”, prosigue López, “la experiencia nos hará mejorar los aspectos que podamos”.
“Ya notamos los efectos del festival tras su primer año de vida”, indica José Antonio Talavera, alcalde de Almedina, “normalmente, la gente que vuelve en verano al pueblo lo hace de forma escalonada, pero este año el mes de julio ha sido extraordinariamente tranquilo y ahora en agosto se ha notado que hay mucha más gente, que viene, precisamente, a vivir el festival”.
Cristina Guerrero, presidenta de la Asociación de Amas de Casa de la localidad tiene la misma percepción: “Este año hay gente que vive fuera del pueblo que quiere ayudarnos, gente de Madrid, de Barcelona…”. Esta asociación es responsable de buena parte del engalanado de las calles. Ellas cortan y cosen las telas, las planchan y las colocan contribuyendo a crear ese ambiente especial. Además convocan un encuentro de encajeras que suma atractivo al evento.
Durante tres días malabaristas, belly-dancers (bailarinas de danza del vientre), cuentacuentos, faquires, soldados pendencieros, escupefuegos y bufones serán los amos de las calles de Almedina. Y este año contarán con unos “observadores internacionales” muy especiales. “Todos los veranos vienen al pueblo grupos de holandeses para aprender español”, explica Francisco Javier Rivera, miembro de la Plataforma de Desarrollo de Información de Entornos Rurales, asociación que todos los vernos propicia la llegada estos visitantes al pueblo.
Este año la docena de jóvenes neerlandeses que se encuentran en la localidad pidieron venir durante los días de celebración del festival. “Lo esperan con gran curiosidad, están haciendo muchas preguntas”, cuenta Rivera, “van a colaborar colocando las velas por todo el pueblo y en todo lo que puedan”. Desde esta Plataforma notan como este año hay una mayor profesionalización en la preparación del festival y también más experiencia.
En estos días Almedina bulle con los últimos preparativos para que, a la luz tenue de las velas, vecinos y visitantes vuelvan a viajar en el tiempo gracias a una fiesta, ‘Almedina Mora’ que ya tiene aspiraciones de convertirse en un evento de Interés Turístico Regional.
