El pasado domingo la Plaza de Toros de Almodóvar se llenó de público para disfrutar de la clase práctica magistral a cargo de diferentes figuras del toreo, a beneficio de las obras de la torre del templo parroquial.
Y la mañana no pudo resultar mejor. Antonio Sánchez Puerto destapó el tarro de las esencias, con retazos del toreo más puro. Eugenio de Mora cimentó un trastero poderoso y mandón. Curro Díaz formó un lío, saboreando y soñando este noble arte de Cúchares. Miguel Tendero sorprendió, y mucho, por el buen manejo de las telas, toreando con suma cadencia, gusto y sabor. Por último, David de Miranda no se quedó atrás y destacó por su temple y personalidad.
También actuaron de tapias los novilleros de la escuela de tauromaquia de Alcázar de San Juan, que anduvieron a un gran nivel y José Ponce, que se presentaba con éxito ante sus paisanos.
Para animar el festejo, las faenas de los diestros fueron amenizadas con el cante flamenco de Pedro Lomas y la guitarra de Joaquín Ángel Aranda, y en el momento de las actuaciones de los más jóvenes, tocó la banda de los Amigos de la Música “ Pablo Sorozábal”.
Un día de buen toreo gracias también a las novillas de la ganadería de El Cotillo, que fueron tentadas también en honor y recuerdo del II Centenario de la Beatificación de san Juan Bautista de la Concepción, motivo que llevó a los vecinos del santo almodovareño a adornar el coso Multifuncional ‘Las Eras de Marta’ con su efigie y la cruz trinitaria.
El Rescatado y las Mercedes, para la capilla taurina
El preámbulo al festejo taurino fue especialmente significativo. Primero, porque la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Rescatado, Nuestra Señora de las Mercedes y Santo Niño Jesús, hizo entrega de dos retratos del Cristo de la Virgen para la capilla de la plaza de toros. Y después, porque los toreros que se sumaron de forma altruista a la causa como también hizo la cuadra de caballos de picar de Manolo Gijón, recibieron una placa de recuerdo, una medalla conmemorativa del santo reformador trinitario y un lote de productos locales.
Gestos de gratitud que también alcanzaron a los jóvenes aprendices con productos locales y que protagonizaron el alcalde, José Lozano, Lola Merino y Úrsula Luque Sánchez. El cronista Julio César Sánchez ejerció de maestro de ceremonias con el micrófono.
Sin duda, una agradable mañana de tentadero donde brotó el buen toreo y, una vez más, la tauromaquia y la generosidad del pueblo de Almodóvar del Campo, se fundieron en una clase de toreo magistral, donde lo recaudado irá destinado a los gastos de las obras de la torre de la parroquia de la localidad.