El Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona cuenta desde este martes con un nuevo habitante, se trata de un joven ejemplar de águila imperial que ya vuela sobre los cielos de este paisaje natural en total libertad tras ser recuperada en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre “El Chaparrillo”.
Este águila imperial tiene en la actualidad un año de edad y llegó hasta “El Chaparrillo” tras ser localizada en la Finca La Garganta sin poder levantar el vuelo, tras los estudios realizados a este ejemplar se le diagnosticó una intoxicación por plomo que la había dejado con anemia, con un cuadro de debilidad con deshidratación. “Es una patología verdaderamente frecuente en rapaces y ocurre cuando ingiere de manera artificial plomo, bien sea por proyectiles en las carroñas que ellos comen tras ser abatidas por caza o por plomo ambiental”, destacaba Elena Crespo, veterinaria de El Chaparrillo.
Desde mediados de enero ha permanecido en este centro de recuperación con un tratamiento de soporte para estabilizarle a base de fluidos, vitaminas y alimentación. Una vez estabilizado se le pasó al tratamiento específico de intoxicación por plomo, en esta ocasión se trata de un medicamento inyectable que permite ir eliminando el plomo a través de la orina. “Este ejemplar ha respondido bien, en febrero se le pasó con otros ejemplares imperiales musculando y hoy llega su liberación, esperamos que le vaya muy bien en esta segunda oportunidad”, deseaba Elena Crespo.
Los ejemplares de águila imperial en el Valle de Alcudia y Sierra Madrona van, poco a poco, incrementándose, al ser una zona en la que estos animales se adaptan muy bien y tienen mucho alimento. De hecho en la actualidad se ha pasado de 30 parejas reproductoras que había en 1993, con presencia únicamente en Toledo y Ciudad Real, “a las 250 parejas reproductoras que tenemos aproximadamente ahora, principalmente en Toledo y Ciudad Real, pero ya presentes también en Albacete, Guadalajara y Cuenca”, manifestaba el consejero de desarrollo sostenible, José Luis Escudero.
Este águila imperial no cuenta con emisor satélite, sí lo tendrá el próximo que van a liberar en la zona de Alcázar de San Juan. En esta ocasión este ejemplar está anillado con anilla de PVC con identificación a distancia para poder hacer un seguimiento del mismo al tratarse de una especie en peligro de extinción.
Tras varios meses cuidando a diario este joven ejemplar de águila imperial, su plumaje todavía no ha llegado a coger el color característico de las águilas imperiales adultas y tiende más a los colores marrones. Una de sus cuidadoras, Elena Crespo, asegura que llegado el momento de su liberación “es una emoción muy profunda, ya no porque haya sido más o menos tiempo sino porque es muy emocionante ver a un animal que ha llegado muy debilitado ver remontar otra vez el vuelo”.
David Núñez, agente medioambiental, destacaba que este ejemplar de águila imperial liberada ya ha sido devuelta a su hábitat natural, desde El Escorialejo, totamente recuperada y bien musculada para volar. “Aquí es un lugar bueno de cría de águila imperial”, subrayaba.
Sin duda este jóven águila imperial ha sabido remontar el vuelo al volver a estar en total libertad, en su hábitat natural, en las montañas de Sierra Madrona y los llanos del Valle de Alcudia.