Santiago Martín, que ya peina canas aunque retiene esa imagen de chaval de 25 que lo hizo tan popular a finales de los ochenta, reflexiona treinta años después sobre el pulso que Anchuras, un pequeño pueblo de 500 habitantes entonces, aislado, y con un solo teléfono fijo (del Ayuntamiento), le echó al Estado español, empeñado en construir un polígono de tiro de entrenamiento del Ejército en los Montes de Toledo.
“Mereció la pena, si hubiéramos cedido Anchuras hoy no existiría”, asegura en una entrevista para Lanzadigital.com poco antes del inicio de los actos del treinta aniversario de aquella lucha desigual en la que el Gobierno regional de la época, presidido por José Bono, les “entregó”, opina, como moneda de cambio para que cesara la amenaza sobre Cabañeros. “Fue un canje en toda regla, lo que me sorprende es que el campo de tiro no debía ser tan prioritario cuando treinta años después no se ha construido”.
Martín, alcalde con el PSOE en la actualidad aunque no es militante (conserva su independencia y se reivindica como “de izquierdas”) presidirá este sábado en Anchuras los actos para conmemorar los treinta años del inicio de aquella lucha que empezó en 1988 y no culminó hasta una década después, cuando el primer Gobierno Aznar desistió definitivamente del polígono en la finca El Rosalejo.
Pero la historia de Martín como líder anticampo de tiro empieza un poco antes, en 1987. En esa época él “y otros chavaletes”, dice, deciden crear la Agrupación Independiente de Anchuras (AIDA) “con el único objetivo de que en nuestro pueblo se hicieran las cosas de otra manera” y se presentan a unas elecciones municipales que ganan.
No pensaban más allá. La candidatura la encabezó el médico del pueblo que a los meses de ganar se marchó a otro destino. Y llega 1988, con Martín como alcalde, y el Gobierno de Castilla-La Mancha de José Bono que había hecho bandera de la defensa de Cabañeros, decide dentro de sus competencias declarar parque natural ese paraje, también de los Montes de Toledo, algo que hace incompatible el campo del Ejército del Aire, y se enfrenta a su propio partido.
Un canje por Cabañeros
Claro que hubo contrapartida: Anchuras. Defensa modifica los planes iniciales y planea construir el polígono algo más lejos, en terrenos de Anchuras, también en los Montes pero “un enclave de Ciudad Real en Extremadura que importaba menos”, afirma Martín.
“Con todo en contra, nos dimos cuenta de que nuestro pueblo desaparecía y a partir de abril de ese año salvarlo se convirtió en prioridad”. Para ello crean la Coordinadora para la Defensa de Anchuras y empiezan a moverse con un objetivo: salir todos los días en los medios de comunicación y armar el mayor barullo posible. Y vaya si lo consiguieron.
El concierto de 1989
El 21 de julio de 1989 –la foto principal de esta información- los cantautores más comprometidos del momento Hilario Camacho, José Antonio Labordeta, Luis Eduardo Aute, Luis Pastor y Javier Krahe participan en el Festival por Anchuras. “Para ser un pueblo tan pequeño y alejado conseguimos aglutinar a lo mejor que tenía este país del mundo sindical, intelectual y periodístico”.
El polígono, una aberración
La clave según Martín, que este sábado entregará placas de agradecimiento a muchas de esas personas “fue que no teníamos dobleces y fuimos capaces de ilusionar. Cuando pedíamos apoyo la gente pensaba que esto era un secarral pero cuando venían a Anchuras y veían el entorno tan privilegiado en el que nos encontramos les parecía una aberración. Y así fuimos sumando a más y más personas en la causa”.
“Se abrieron heridas muy profundas”
Momentos difíciles hubo muchísimos, pero Martín, que el jueves presentó en Toledo los actos de este sábado junto a Paco de la Rosa, secretario regional de CCOO, “en agradecimiento a lo que este sindicato hizo por nosotros”, agrega, prefiere no incidir demasiado. “Los momentos más duros fueron cuando consiguieron dividirnos a los del pueblo con dinero, se abrieron heridas muy profundas”.
Intentar entender la que armó Anchuras en esa década de violento combate en plena era digital de redes sociales e internet no es fácil. Viajaron al Parlamento Europeo, los principales líderes de los partidos políticos del país pasaron por el pueblo o por Ciudad Real.
Este periódico se hizo eco en septiembre de 1988 de la primera gran manifestación por la causa de Anchuras. Unas cinco mil personas por las calles de Ciudad Real de una amalgama de fuerzas en las que estaban ecologistas pero también partidos de derechas, comunistas…incluso hubo una representación de un grupo afín a Herri Batasuna. Meses antes pintores hicieron una protesta contra el polígono de tiro quemando cuadros, años después ocuparon la finca El Rosalejo… No les faltó imaginación ni apoyo de periodistas internacionales, de directores de medios de comunicación, de famosos. Y eso que no estaban todo el día tuiteando o en Facebook
Un teléfono y una impresora
Un teléfono fijo en el que había que poner conferencias para hablar con las principales ciudades y una fotocopiadora, que no superaba las cien fotocopias por hora, fueron sus primeras herramientas. “Pero todo mereció la pena. Creo que nunca seremos capaces de valorar hasta dónde llegamos”.
A Martín le ha emocionado especialmente que la conmemoración de los treinta años del inicio de la lucha de Anchuras contra el campo de tiro haya coincidido con la paralización del proyecto de almacén nuclear (ATC) de Villar de Cañas por el Gobierno de Pedro Sánchez (su familia paterna es de Anchuras).
El campo de tiro y el ATC
“Nuestra experiencia nos dice que cuando un pueblo se está muriendo como nos ocurría entonces y nos sigue pasando, y te plantean proyectos que a corto plazo van a generar una supuesta riqueza hay que meditarlo y pensar en las generaciones futuras. Al menos seguimos teniendo un entorno natural privilegiado que sigue aquí y que esperemos que se pueda gestionar mejor”.
Una placa dejará constancia de lo que pasó
Los actos comenzarán este sábado al mediodía con una recepción a los asistentes en el Ayuntamiento y se descubrirá una placa cuya leyenda el alcalde prefiere no desvelar aunque afirma que “no se nombra a nadie pero se hace alusión a todos”. También se inaugurará una exposición con el material que se utilizó en la pelea contra el Gobierno, habrá comida popular y se podrá entrar gratis por la tarde a la piscina municipal.
La fiesta seguirá a las 20.00 horas con una suelta de aves a cargo del centro de recuperación Grefa. El momento del descubrimiento de la placa conmemorativa se ha dejado para las 21.30 horas. Los homenajes, la proyección de un video y la entrega de distinciones a los asistentes cerrarán la jornada en la que están previstas actuaciones musicales, entre ellas la de Luis Pastor. “Va a ser bastante interesante”, remata Martín.