Medio centenar de vecinos de Anchuras, un pequeño municipio de la provincia de Ciudad Real, se han concentrado hoy a las puertas de su ayuntamiento para rechazar y condenar la muerte violenta de Gabriel Cruz, el niño de ocho años asesinado en Almería.
El alcalde de este municipio, Santiago Martín, ha declarado que la muerte de Gabriel Cruz está provocando una oleada de solidaridad con los padres del pequeño, que también se refleja en los municipios rurales más pequeños de cualquier punto de España.
Y ha subrayado que éste es el caso de Anchuras, una población de poco más de 300 habitantes, donde “la indignación ante lo sucedido no pasa de largo para nadie”.
Los vecinos “han querido salir a la calle para manifestar su rechazo a esta muerte y otras similares”, ha indicado Martín, quien ha precisado que “son muchos los niños, de edades similares a la de Gabriel, los que también han querido estar presentes en esta concentración”.
En las últimas horas se ha conocido que Ana Julia Quezada, detenida como presunta autora de la muerte de Gabriel, ha confesado que mató al niño de un golpe con la parte roma de un hacha durante una discusión y que luego lo asfixió.
