El delegado provincial de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Manuel Aranda, hace un balance “positivo” de la temporada de caza en la provincia de Ciudad Real que está a punto de finalizar para la caza mayor (21 de febrero), puesto que el periodo hábil para la menor concluyó el pasado 8 de febrero.
Ahondando en materia, Aranda explica a Lanza que la temporada de caza menor de la perdiz roja, y teniendo en cuenta “la decadencia que año tras año vamos teniendo” ha sido “bastante aceptable, pues se han mejorado las cifras de años anteriores, aunque sin lanzar las campanas al vuelo”.
En este sentido, y en lo que concierne a la Sociedad de Cazadores, explica que durante esta temporada “no han cazado mucho, con el fin de dejar en el campo perdices suficientes para facilitar su reproducción”.
Respecto al conejo señala que ha sido una buena temporada en aquellas zonas donde esta especie se está expandiendo cada vez más, llegando incluso a haber superabundancia de conejos en territorios como Alcázar de San Juan, Tomelloso, Campo de Criptana o Manzanares.
Por su parte explica que en el resto de la provincia de Ciudad Real “la presencia del conejo ha sido significativa”.
También recuerda que durante la temporada pasada las liebres se estuvieron recuperando de la mixomatosis, “habiendo empezado a repuntar la enfermedad al principio del otoño, por lo que se han producido bastantes bajas”. En cualquier caso, señala que la liebre “se ha recuperado respecto a los años anteriores”.
Caza mayor
Dentro de la caza mayor, cuyo período hábil para la caza finaliza el 21 de febrero, Manuel Aranda considera que esta siendo una “buena temporada” en cuanto a resultados cinegéticos, y en trofeos, con mucha cantidad y bastante calidad, puesto que las lluvias de primavera y otoño han favorecido a las reses en el campo al tener bastante comida.
Pone en valor como durante las últimas temporadas la caza mayor “va en expansión”, sobre todo en lo que se refiere a los jabalíes, los ciervos y los corzos.
Accidentes de caza en la provincia de Ciudad Real
En relación a los accidentes de caza que se han producido durante esta temporada en varios puntos de la provincia de Ciudad Real, Manuel Aranda lamenta estos desgraciados sucesos, añadiendo que el criterio que manejan desde la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, en este caso desde la Delegación de Ciudad Real, es que “tenemos que colaborar entre todos, empezando por los organizadores de monterías y continuando con los propios cazadores”.
A este respecto señala que los accidentes de caza “salvo que vengan del rebote de algún tiro, suelen ser imprudencias, o bien de unos o de otros, puesto que si las cosas se hacen como se tienen que realizar, no tiene por qué ocurrir nada”.
“La caza es vida para muchos municipios”
Precisamente Manuel Aranda ya recordó en su día la importancia que la actividad cinegética tiene dentro del aspecto social y económico de Castilla-La Mancha, al indicar que además de ser un importante motor de desarrollo, sirve para asentar a la población dentro de un municipio: “Hay pueblos donde la caza es vida. Por tanto, si la actividad cinegética desapareciera, prácticamente se quedarían reducidos a la nada”. En este sentido pone en valor la importancia que tiene la caza en poblaciones como Solana del Pino, Fuencaliente, Navas de Estena, Horcajo de los Montes y Brazatortas, por citar algunas de las localidades más representativas en cuanto a la actividad cinegética.
Añade que hoy en día los cazadores son más responsables debido a que, cuando tienen que cazar, lo hacen, pero cuando las necesidades obligan a colgar el arma, también la cuelgan”.
Manuel Aranda señala a su vez que actualmente la caza es bastante más respetuosa con el medio ambiente de lo que lo era tiempo atrás, al indicar que “antes los cazadores tenían menos formación a este respecto. Además, hoy en día cualquier cazador respeta el medio ambiente y no tira residuos al campo, ya que recoge sus cartuchos además de cuidar las plantas de los árboles”.