Argamasilla de Alba vivió el pasado sábado uno de los momentos más significativos de sus XXIV Jornadas “El Quijote en la Calle” con el estreno de una nueva tradición: el nombramiento de Dulcinea y Caballero de la Villa. Enmarcado dentro del Mercado Cervantino, el acto, cargado de emoción y simbolismo, sirvió para rendir homenaje a dos figuras profundamente arraigadas en la vida cultural del municipio: Pilar Serrano Sánchez y Ángel Enrique Díaz-Pintado Hilario.
La iniciativa, impulsada por la Concejalía de Cultura y Turismo y presentada por la edil María José Díaz Carretón, nace con el propósito de reconocer anualmente a aquellas personas que encarnan los valores quijotescos, el amor por las raíces y el compromiso con la identidad cervantina de la localidad.
En esta primera edición, el título de Dulcinea recayó en Pilar Serrano, escritora, poeta, investigadora y promotora incansable de la cultura local. Fundadora de la Asociación de Académicos de la Argamasilla, directora de “Tiquitoc Teatro” y artífice del guion de “El Quijote en la Calle” —que celebra su 25 aniversario este año—, su trayectoria ha sido clave en la consolidación del legado cervantino en el municipio. Reconocida como Hija Predilecta en 2008, su discurso, entre la emoción y la ironía, arrancó sonrisas y aplausos: “Aunque no soy Dulcinea ni reina del Toboso, acepto este reconocimiento con cariño y compromiso”.
El título de Caballero de la Villa fue otorgado a Ángel Enrique Díaz-Pintado, doctor en Filosofía Eslava y especialista en las huellas del Quijote en la literatura polaca. Académico, traductor y profesor universitario, su perfil combina el rigor intelectual con una intensa vinculación con su pueblo natal, donde participa en la Coral Polifónica “Villa del Alba” y otras iniciativas culturales. Su humildad y su fidelidad a la tierra que lo vio nacer fueron destacadas por la organización y por la propia alcaldesa, Sonia González, quien subrayó que “estas distinciones representan una recompensa al esfuerzo por mantener viva la identidad, la tradición y la esencia de nuestro pueblo”.
La ceremonia concluyó con la representación de “Rescate Fallido”, una recreación histórica que rememora el simbólico encierro de Miguel de Cervantes en la Cueva de Medrano, germen literario de El Quijote. Con este broche teatral, Argamasilla de Alba renovó su papel como villa cervantina por excelencia y consolidó una tradición que busca premiar a quienes, con su ejemplo, inspiran a preservar y celebrar un legado universal.
