El alcalde, Pedro Ángel Jiménez, que ha compartido junto a la concejala de Empleo, Noelia Serrano, el inicio del curso con los quince chicos y chicas participantes; les ha pedido que aprovechen al máximo los conocimientos que van a recibir y la profesionalidad de la monitora, María Isabel Ruiz, y ha deseado que esta acción formativa despierte en ellos las ganas de seguir formándose y les enfoque hacia aquello que consideren puede ser su futuro, “que es el objetivo final del proyecto ISOLAB”, desarrollado en la localidad con fondos europeos, informaba Jiménez.
El curso, de 100 horas de duración, tiene una parte muy importante de innovación, de diseño y de reciclado de las prendas de vestir que se dejan de usar y a los que se les puede dar una segunda o tercera vida, señalaba el alcalde.
Con esta formación se pretende ofrecer a los jóvenes la posibilidad de tener un “abanico de posibilidades más amplio” para la incorporación en el mercado laboral, y como todo lo que se ha desarrollado dentro del programa ISOLAB “seguro” que va a obtener buenos resultados.
Las 100 horas del curso, según la monitora, están aprovechadas al máximo. En ellas los alumnos y alumnas “van a conocer desde cómo se confecciona un bolso a cómo se arregla un pantalón”. Además conocerán los distintos tipos de tejidos sus principales usos y van a trabajar con muy diversos y variados materiales. En general “vamos a ver el interior de las prendas y como se transforman, con el fin de reciclar y tirar lo menos posible”.
Para el desarrollo del curso se han habilitado varios espacios en la primera planta del centro médico, simulando lo que podrían ser los espacios de trabajo de un taller de costura. Así los participantes van a contar principalmente con cuatro espacios claramente diferenciados, dedicados cada uno de ellos a una finalidad concreta: la sala de corte, mercería, sala de costura y zona de planchado y limpieza.
