David C.L., el joven conductor que provocó el triple accidente mortal de Argamasilla de Alba hace tres años en esa localidad, se ha roto durante su declaración este jueves en el juicio, que se ha reservado para el final, después de escuchar a todos los testigos. “Ojalá me hubiese quedado yo ahí y ellos hubieran quedado vivos”, ha dicho entre sollozos, tras pedir perdón a las familias de las víctimas.
“Yo no quería que hubiera pasado nada de esto, lo siento mucho”. Y a la pregunta directa de su abogada Gema Pozuelo: ‘¿Se arrepiente?’, ha respondido con un contundente “cada día de mi vida”.
David, que minutos antes ha escuchado a su madre pedir perdón “a las madres” de los jóvenes Emous, Gonzalo y Marta, de 21, 20 y 16 años, que murieron por la “imprudencia” de su hijo, ha explicado que estuvo dos años y medio en prisión, en Herrera de La Mancha, y que pidió someterse voluntariamente a un programa de desintoxicación de las drogas, “porque quería quitar todo lo malo de mi vida”.
Aceleró “para hacerse el interesante”
Del accidente en sí ha explicado que no tiene desprecio ni por su vida, ni por la de los demás. Que aquel sábado había ligado con una chica, a la que conoció en un pub del pueblo, el Bruselas, con la que pensaba pasar la noche. Que cuando chocó iba con ella “a los merenderos”, pero que no se enfadó, “aceleré simplemente para hacerme el interesante, para que viera la potencia del coche”, ha contado (la chica dice que le preguntó si era virgen varias veces, se sintió incómoda, le dijo que se quería bajar, el chaval se cabreó y aceleró).
David C.L. ha insistido en que no conoce bien ni las calles ni el tráfico de Argamasilla. Aquel fin de semana de junio había ido a la localidad (es de Montehermoso, Cáceres) por el cumpleaños de su hermano, que vive en Argamasilla, y para recoger a su madre, que estaba allí.
Pensó que tenía prioridad en el cruce
Cuando circulaba hacia “los merenderos” era su acompañante, L.N., quien lo guiaba, creyó que tenía prioridad en el cruce, que no había tráfico, y aceleró sin pensar. No discute que pudiera ir a más de 90 km/h, ni siquiera pensó que pudiera venir alguien por la otra calle y ni vio el coche de las víctimas.
De su aparecen frialdad ante el accidente y las cosas que dijo en los primeros minutos, asegura que pasó horas en shock, escuchando cómo la gente que había por allí le decía te vamos a matar. Que si dijo que los otros se habían ido es porque vio a mucha gente correr, empezando por su acompañante, que se fue para no tener problemas con sus padres.
También ha reconocido que bebió alcohol, dos cubatas, y consumió cocaína, pero no ‘éxtasis’, como ha salido en los análisis. La colisión se produjo a las 2.19 horas de la madrugada, en el cruce de las calles Encuentros y Melquiades Álvarez.
Iban cinco personas en el coche de los fallecidos
En el coche de los fallecidos, un Seat León, iban cinco personas, los tres jóvenes fallecidos y dos chicas de 18 años, Silvia y Natalia, gravemente heridas. Silvia, que tiene graves secuelas, entre ellas que no podrá tener hijos por problemas en la cadera, también ejerce la acusación particular, como las familias de los muertos.
