Cinco presuntos implicados en la compleja trama del ‘phishing’ (envío de correos electrónicos que suplantan la identidad y solicitan información personal y bancaria al usuario) a la empresa cuchillera de Argamasilla de Calatrava Manufacturas Muela en 2015, se han declarado inocentes en el juicio que ha iniciado este martes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, en este caso por blanqueo de capitales por imprudencia.
Se trata de S. B. L. J., S.E.C., K.O.O., C.M. y O.U., ciudadanos de origen nigeriano afincados en España (Vitoria y poblaciones del Levante), que se enfrentan a dos años de cárcel y multa de 24.000 euros cada uno, con responsabilidad personal de dos meses de prisión en caso de impago, por recibir dinero obtenido de forma fraudulenta y moverlo otras cuentas, en este caso vinculadas al negocio del comercio de azulejos españoles en Nigeria, a cambio de un porcentaje. Lo que en el argot se conoce como ‘mulas económicas’.
El último escalón de una compleja red internacional
La fiscalía considera a estos acusados el último escalón de un complejo entramado de ciberdelincuencia internacional, tan extendida desde la explosión mundial del comercio online, que movió millones de euros al menos entre 2015 y 2017.
En noviembre del año pasado otros cinco implicados en la trama, detenidos a raíz de un registro en Vitoria, se conformaron con penas mínimas por estafa dentro de la misma organización.
Cuatro de los cinco acusados ahora han defendido la legalidad de sus negocios en España, vinculados al comercio con Nigeria de azulejos españoles. El otro, S. B. L. J., que ha declarado por videoconferencia, asegura que no es la persona que busca la fiscalía. Supuestamente este hombre abrió una cuenta bancaria para recibir el dinero de clientes internacionales de Muela, tras suplantar la identidad de la empresa. Él sin embargo dice que es falso, que él no es la persona a la que buscan.

«A mi cliente lo confunden»
“A mi cliente lo confunden con una persona que utilizó un NIE falso para abrir una cuenta en la que se recibieron pagos de la estafa a Muela, pero está aquí porque la fotografía de ese NIE falso se parece a la foto auténtica de mi cliente. Ni el teléfono ni el teléfono ni las cuentas son de él”, ha contado Basilio Aranda, el abogado del turno de oficio que lo defiende
S. B. L. J., que vive en Vitoria, ha sido el único acusado que ha respondido a las preguntas de la fiscal del caso. Dice que es profesor de inglés y que en esa época tenía dos trabajos dando clases tanto en una academia como en casa.
La denuncia de Muela destapó la trama en 2015
La prestigiosa cuchillería artesanal Muela, con clientes en el Golfo Pérsico (Dubai, Emiratos Arabes), Sudamerica (Perú) o Bosnia-Herzegovina, entre otros países y ciudades españolas, detectó en 2015 la suplantación de su nombre en internet por un grupo organizado, que captó datos bancarios de esas personas para hacer transferencias de dinero en bancos europeos de sus cuentas.
La investigación, del juzgado número 1 de Puertollano, destapó un complejo entramado en el que se ha llegado una decena de personas (en principio se investigó a más de cien) en su mayoría nigerianos residentes en diferentes ciudades españolas, además de españoles, captados como ‘mulas económicas’.
Actuaron como entramado entre 2013 y 2017
Se considera probado que estas personas “formaron parte de un grupo que de forma organizada, obrando de común acuerdo y movidos por el objetivo común de procurarse un ilícito beneficio a costa de lo ajeno, se dedicaron al menos desde 2013 y hasta 2017 a procurarse fraudulentamente cantidades de dinero a través del llamado ‘phishing”.
En bancos suizos, alemanes, belgas y de Países Bajos
El escrito de calificación del caso recoge decenas de operaciones de este tipo. Por ejemplo, el 28 de octubre de 2015 un cliente Manufacturas Muela de Perú recibió en su ordenador un email de una empresa que se identificaba como “@yahoo.com” a semejanza de la dirección auténtica de la cuchillera de Argamasilla de Calatrava, procedente de una persona que no ha podido ser identificada en la causa.
“En ese correo se informaba mendazmente de que a partir de ese momento debía abonar las facturas a una nueva cuenta bancaria de La Caixa en Oviedo. En ella había una sola persona autorizada que con una identidad falsas, ‘J.K’, residente en Málaga y en paradero desconocido.
No consta que el cliente de Muela llegará a transferir cantidad alguna a esta cuenta, en la que se recibieron hasta un total de 27 transferencias procedentes de bancos de Suiza, Amsterdam, Alemania y Bélgica por un valor de 51.226 euros, en un período de tres meses, así como su reintegro inmediato a través de diferentes cajeros sitos en las localidades de Gijón, Oviedo y Málaga.
Fruto de la información obtenida de las estas denuncias se concedieron numerosas autorizaciones judiciales por parte del juzgado de Puertollano para averiguar titulares de líneas telefónicas y NIES aportados para abrir las referidas cuentas, una compleja investigación que ha llegado hasta estas personas, en principio meras piezas captadas por la red.
El juicio continúa este miércoles con la declaración de los guardias civiles que hicieron la investigación y el dueño de Manufacturas Muela.
Cómo protegerse del ‘phishing’
Las fuerzas de seguridad, que han detectado una subida exponencial de este tipo de casos por las dimensiones que está tomando la banca electrónica e internet, recomiendan a los consumidores protegerse de este tipo de fraudes con medidas sencillas.
Desconfíe de cualquier SMS o llamada en el que se identifiquen como personal de su entidad bancaria.
No ingrese a links sospechosos en correos electrónicos o SMS, cuando entre a una página web a realizar una compra compruebe la seguridad del sitio, para ellos podemos comprobar si junto a la URL figura un candado gris, en la que figure el protocolo hptts//: certificado digital de que la página es segura.
Nunca ceda información de sus cuentas o tarjetas bancarias, nunca enviar o comunicar nuestras credenciales bancarias.
Se recomienda el uso de Tarjetas Virtuales para su uso en la web.
Cambie regularmente sus claves de acceso a las aplicaciones bancarias
Revise regularmente sus cuentas bancarias y consulte en su oficina cualquier movimiento sospechoso que pueda detectar.