Arhoe-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles volvió ayer a manifestar su oposición al cambio de hora de este fin de semana, en el que los relojes se adelantan una hora, ya que, a su juicio, esta medida perjudica a la sociedad al tiempo que defiende que continuar con el horario anterior permitiría regresar al meridiano de Greenwich a un 'coste cero'.
“Vamos a seguir pidiendo que no cambie el horario porque es bueno para todos y porque realmente tiene un coste cero”, aseguró Belén Ferrer, de la Junta directiva de Arhoe. Según la asociación, de no haberse producido el cambio, se lograría que España volviera a regirse por el huso horario que le corresponde por situación geográfica, el del meridiano de Greenwich.
Ferrer destacó que en este ultimo ejercicio se han producido “avances”, principalmente por parte del PP, PSOE y Ciudadanos, pero lamentó que “los avances no se concreten en hechos reales”, por lo que hizo un llamamiento para que no caigan “en saco roto”.
Según Arhoe, el desfase horario comenzó en 1942, cuando se adaptó el horario español al de Berlín (Hora Europea Central) en alineación con el régimen nazi y nunca se recuperó el horario en correspondencia con la hora solar. Por otra parte, la situación de pluriempleo que se originó después de la guerra civil española provocó el horario de 'nueve a dos', con la pausa de ir a desayunar a media mañana (media hora), y con un descanso (a menudo de dos horas) al mediodía para después continuar trabajando por la tarde.
Esta situación se traduce en la pérdida de una hora y media diaria en el ámbito laboral, que se resta automáticamente de la vida privada, según Arhoe.
Por todo ello, la asociación considera que España tiene que adoptar la hora oficial del Reino Unido, Portugal, Marruecos y Canarias (Hora Europea Occidental), que es la que le corresponde geográficamente y abandonar la Hora Europea Central, que corresponde a países más al este.
Para conseguirlo, a su juicio, el primer paso es obviar la adopción de la hora de verano del último fin de semana de marzo. El cambio quedaría definitivamente completo cuando el siguiente otoño se retrasase los relojes para regresar, junto con Inglaterra y Portugal, a la hora de invierno.
Con el restablecimiento de la Hora Europea Occidental, se volvería a un horario más europeo, en el que los ciudadanos se seguirían levantando a la misma hora de 'reloj', pero en realidad una hora (solar) más tarde; se comería y cenaría en un horario más internacional, a la una y a las ocho de la tarde; se fomentaría la jornada continuada de nueve a seis, con una parada de una hora para comer a mitad de la jornada laboral; y se dormiría una hora más, lo cual es beneficioso para la salud y provocaría una disminución de la siniestralidad laboral.
Asimismo, la mejor alineación del horario laboral con los colegios mejoraría el rendimiento escolar; y una mejor alineación con horarios laborales de otros países, entre otros avances.
Energía
Por otra parte, Arhoe cree que este cambio de hora no tendrá el efecto de ahorro energético que se persigue a menos que se acompañen de verdaderas medidas de racionalización horaria. El cambio horario obedece a una Directiva Comunitaria dirigida a favorecer el ahorro energético y el potencial de ahorro en iluminación que genera esta medida puede suponer un 5 por ciento, lo que equivale a 300 millones de euros de acuerdo con los precios actualmente vigentes.