La localidad de Arroba de los Montes fue la primera de todo el territorio de Castilla-La Mancha en la que se aplicaron las medidas cautelares propuestas por la Consejería de Sanidad de la JCCM para evitar la expansión del COVID-19 por el municipio el pasado 30 de julio, cuando la localidad registró 28 contagios. Tras 28 días sometida a estas medidas, la Consejería de Sanidad ha levantado este jueves dichas medidas tras no detectarse ningún nuevo caso de coronavirus desde el 14 de agosto.
Sanidad decretó entonces el cierre de bares, parques y jardines; la suspensión de la actividad religiosa de cualquier tipo; la suspensión de visitas y salidas en la vivienda tutelada de mayores de la localidad; restringió el número de personas en 10 en velatorios y se suspendieron los eventos sociales como bodas y bautizos.
Unas medidas que los vecinos han cumplido a rajatabla durante 28 días y por los que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Sanidad, ha decidido levantarlas en este pequeño municipio de menos de 500 habitantes.
Los primeros casos de COVID-19 en Arroba de los Montes se detectaron en la semana del 19 al 24 de julio, cuando se registraron un total de 22 positivos, la gran mayoría asintomáticos. Según fuentes municipales, el brote pudo ser importado de una familia que llegó de fuera de Castilla-La Mancha y el virus se esparció por la localidad rápidamente, incluso llegó a afectar a parte del retén contra incendios. Aunque el virus ha pasado prácticamente desapercibido por la gran parte de la población, una mujer falleció a consecuencia del mismo y hubo alguna que otra persona hospitalizada.