J. Y. / Villarrubia de los Ojos
La cooperativa de segundo grado 'Vidasol', formada por 'El Progreso' de Villarrubia y 'Los Pozos' de Daimiel, ha quedado constituida este viernes con la firma de los dos presidentes, Cesáreo Cabrera y José Joaquín Moreno-Chocano.
Los objetivos de ‘Vidasol’ son concentrar la oferta (entre 125 y 130 millones de kilos de uva), abastecer nuevos mercados (100 millones de litros de vino) y alcanzar una facturación de entre 30 y 35 millones.
El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Guijarro, fue testigo de la constitución del “primer proyecto empresarial del sector vinícola en esta etapa” que, a su juicio, debe servir de ejemplo para la unión de otras sociedades en la provincia y en la región, con un modelo “que da más capacidad de negociación en la cadena alimentaria y genera más riqueza y renta a los socios”. “No habrá futuro para los 100.000 viticultores de la región si no se concentra el producto en pocas manos”, sostuvo.
Guijarro mostró su satisfacción al final del acto celebrado en la sede de la cooperativa villarruviera, adelantado por Lanza, y aseguró que la integración era “es absolutamente necesaria y nos tiene que servir de ejemplo”.
El consejero reiteró su reconocimiento a los presidentes de ‘El Progreso’ y Los Pozos’, Cesáreo Cabrera y José Joaquín Moreno-Chocano, respectivamente, que “han dado el paso y han sido valientes” a la hora de impulsar un proyecto “que beneficiará al conjunto de los agricultores asociados y empresarios (2.435)”.
Auguró “éxito” y recordó que la fusión se ha alcanzado con dos entidades de orígenes muy distintos, con 100 años de ‘El Progreso’, una de las cooperativas más antiguas de Castilla-La Mancha, mientras que la sociedad daimieleña sólo lleva elaborando vino desde hace 18 años.
“Representan lo que es la viticultura, con dos pueblos hermanos compartiendo un proyecto empresarial, ilusionante y apasionante, que estoy convencido de que será un éxito y de que nos servirá para poner en valor lo que hace el sector vitivinícola”, manifestó.
Destacó que la Administración regional apoya movimientos como éste, pues “desde el Gobierno de Castilla-La Mancha estamos especialmente comprometidos con este proyecto, que no es fácil para nadie, aunque se empiezan a ver las cosas de otra manera”.
Recordó que el Gobierno autonómico está priorizando las inversiones que estén relacionadas con los proyectos de integración comercial, aunque en este caso la cooperativa ‘Vidasol’ no alcance el mínimo de 45 millones para optar a las subvenciones a las Entidades Asociativas Prioritarias de Interés Regional (EAPIR). “El camino para el primer proyecto de esta nueva era será apasionante para alcanzar el objetivo mínimo para tener más ayudas con apoyo de la administración”, dijo y animó a los productores a aprovechar las subvenciones para comercializa y elaborar conjuntamente”.
Martínez Arroyo apeló a los sectores del vino, el aceite, los cereales y las frutas y hortalizas para que hagan un esfuerzo y sean capaces de llegar a este modelo de cooperación, lo que hará posible profundizar en la internacionalización y, por consiguiente, en lograr una mayor renta para los agricultores.
“Cuantas menos manos haya gestionando estos mercados para conquistar los mercados internacionales, habrá mayor capacidad de negociación en la cadena y seremos capaces e ir más allá y de que los 140.000 empresarios que se dedican a la agricultura, 100.000 viticultores, tengan futuro”.
Piedra a piedra
Por su parte, el presidente de ‘El Progreso’, Cesáreo Cabrera, explicó momentos antes de firmar el acta notarial de la constitución de ‘Vidasol’ que “vamos a empezar despacio, piedra sobre piedra, primero con el vino a granel, luego seguiremos con aceite y después incorporaremos el embotellado de ambos productos”.
En una primera fase respetarán las marcas de cada entidad y a medio plazo el grupo podría tener unas instalaciones y etiquetas propias “cuando el tiempo y las circunstancias lo pidan”.
Cabrera agradeció al consejero el respaldo del Gobierno castellano-manchego por las ayudas en varias líneas a la reestructuración, a las inversiones y a los agricultores, y se mostró convencido de que “tenemos que seguir con este modelo”, dentro de un modelo que no es nuevo para la sociedad vinícola villarruviera, dado que tiene 100 años y es fruto de la unión hace medio siglo de ‘La Manchega’, ‘La Labradora’ y ‘El Progreso’.
“Fue la mejor decisión” para llegar a ser “una de las punteras” y es base de experiencia para dar respuesta a “los nuevos tiempos” que demandan “grandes y fuertes grupos” y para que “no nos hagamos la guerra entre nosotros”. Por ello, significó que esta integración es un paso más para competir con fuerza en la comercialización internacional, con el fin de recuperar unos precios lastrados por las rivalidades entre operadores locales.
Invitó a otras cooperativas a sumarse y recordó que la cooperativa ‘Santa Catalina’, de La Solana, que ha trabajado en el proyecto iniciado hace tres años, decidirá en su próximo consejo rector si lo vuelve a retomar.
Cantidad y calidad
José Joaquín Moreno-Chocano, presidente de ‘Los Pozos’ , mostró su máximo respeto por las decisiones de la bodega vecina y dijo esperar que se vuelva a embarcarse porque “el tamaño sí importa en integración”, para poder salir a los mercados con “cantidad, diversidad y calidad”.
Aseguró que ‘Vidasol’ es un “proyecto de largo recorrido” que tendría que aumentar para penetrar con más potencia en el mercado exterior, teniendo en cuenta que Castilla-La Mancha tiene 215 cooperativas productoras “con modelos de negocio parecidos que no deberían ser competencia entre ellas”.
“Nos lo tenemos que creer y estar convencidos de lo que hacemos porque somos manchegos y tenemos un gran potencial que hay que poner en valor para tener más riqueza”, reflexionó Moreno-Camacho.
De ahí, que esta integración ciudarrealeña, según incidió, esté abierta a nuevas incorporaciones que siempre serán bienvenidas”.
Es el camino
El presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España y de Castilla-La Mancha, Ángel Villafranca, por su parte, también consideró que es la estrategia a seguir en el mundo de la comercialización agraria. “Es el camino para avanzar”, reflexionó, aunque advirtió del cambio que supone un proceso de integración, en el que “se pierde parte de la personalidad para ser algo nuevo”. Explicó que la competencia está en los mercados globales y no en los vecinos, por lo que la dimensión comercial es importante para poder obtener rentabilidad.
Así, felicitó a los responsables de la nueva integración, “un paso importante que responde a las demandas” y dijo esperar que se incluyan más cooperativas.
Beneficioso
Carlos de la Sierra, presidente de Globalcaja, también dio la enhorabuena a las dos cooperativas por la fusión que, en su opinión, “será beneficiosa”. “Sé que ha sido un proceso costoso, indicó, pero os llevará al éxito”, agregó, a la vez que expresó el apoyo de la entidad que dirige a este tipo de iniciativas.
De la Sierra recordó que Globalcaja también es una entidad fruto de un proceso de fusiones de varias entidades de la región, y acaba de cumplir cinco años. “Es cierto que existen peculiaridades en cada una de estas entidades, pero lo más importante es el beneficio final y así ha sido en Globalcaja, y estoy seguro que será en Vidasol”, aunque “hay que creérselo”, sobre todo para triunfar en la internacionalización y la comercialización. Por último, mostró su disposición “para ir de la mano de futuros retos”, y su compromiso con el sector cooperativo de la región.
