Ante las protestas anunciadas por agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha (dentro de un marco nacional) para el próximo martes por la escasa rentabilidad que sufren y la falta de políticas de protección para sus productos en los mercados internacionales, entre otras reivindicaciones, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha animado a los productores a apostar por los productos etiquetados y a impulsar estructuras fuertes de comercialización.
En una entrevista con este digital, Arroyo ha dicho compartir “la sensación de desprotección” que denuncia el colectivo, aunque ha alertado del “mensaje negativo” que se podría trasladar a la sociedad “de manera injusta”.
Por ello, ha animado a los titulares del sector agroalimentario a “pensar como empresarios”, para así combatir los efectos de la crisis de precios y los altos costes de producción, dentro de un modelo “de agricultura familiar que hay que apoyar”.
“No queremos modelos de grandes empresas en el campo, sí en la comercialización porque de esa manera la región es más rica”, ha dicho, a la vez que ha reconocido que “la mayoría son profesionales y están haciendo las cosas muy bien”, a través del cultivo de alimentos con calidad que “gozan de la mejor seguridad alimentaria”, un mensaje “que hay que trasladar a la sociedad”.
El consejero ha reflexionado sobre “el mundo complejo que vivimos, en un mercado global” a la hora de combatir los míseros precios en origen -sobre todo del aceite-, a la vez que ha indicado que el colectivo agropecuario “es uno de los más protegidos históricamente”. Sin embargo, en la actualidad las administraciones sólo pueden operar en lo relativo a la normativa de la competencia de la UE, como es el caso del Ministerio de Agricultura que en esta legislatura tendrá que promover exenciones en los reglamentos europeos en dicha materia.
Así, ha de ser el propio sector el que intervenga en el mercado a través de la autorregulación, y “para eso, hay que tener estructuras grandes, organizaciones interprofesionales fuertes”.
Prioritario para el consejero de Agricultura también es que el sector “transmita a los consumidores la calidad de sus productos”, coincidiendo con un momento en el que la ciudadanía “está dispuesta a pagar” por productos de calidad. En este sentido, Arroyo ha celebrado los datos recogidos recientemente por un estudio del Ministerio de Agricultura, que plasman que siete de cada diez consumidores consultan las etiquetas y en el origen del producto. “Es un dato excelente que hacen que los productos de calidad tengan mayor reconocimiento y, por tanto, mayor precio. En esa dirección tenermos que ir”, ha asegurado.
Por último, Arroyo ha confiado en que la nueva PAC sea fruto “del trabajo conjunto” y contemple “no solo ayudas a los agricultores, sino instrumentos de mercado para que el sector pueda regularse”.