El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha defendido el acceso al agua de los agricultores y ganaderos de la región, y mostrado la voluntad del Ejecutivo autonómico “en la defensa de los intereses de cada uno de los dos millones de habitantes de la región en la gestión de este recurso”.
Tras reconocer la importancia del agua en la vida y en el sector agroalimentario regional, Martínez Arroyo ha reivindicado el uso eficiente del agua en la “actividad económica más relevante” en la comunidad y “con más peso relativo en el sector agroalimentario”, particularmente en la comarca de la Mancha y en Ciudad Real.
Por ello, ha señalado que “es injusto que los jóvenes y profesionales que quieran vivir de la agricultura en la provincia y en la cuenca alta del Guadiana sean los únicos que no puedan tener acceso”.
Así, en declaraciones a los periodistas antes de pronunciar la conferencia ‘El agua en Castilla-La Mancha’ en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real, ha sostenido que “en esa defensa estamos desde el inicio de la legislatura”, a la vez que ha recordado la inversión de 31 millones de euros para inversiones en la mejora de instalaciones de riego.
“Nunca antes se había hecho, y redundará en beneficio de todos, con riegos más suficientes que generan más renta”, teniendo en cuenta que una hectárea de riego tiene cuatro veces más valor añadido que una de secano y da empleo cinco veces más.
Ha señalado que la necesidad de agua se encuentra en todos los cultivos, en los sociales como el ajo, la cebolla, el olivar, la vid, o el pistacho, y en los frutales, porque “sin agua, no hay futuro».
Por ello, ha insistido en defender la voluntad política del Gobierno autonómico y se ha mostrado confiado en la del Ejecutivo central, que tiene la competencia exclusiva en la materia, a la hora de dar solución a problemas como el de los pozos de prioritarias en el Alto Guadiana, a tenor de los importantes avances en siete meses de trabajo sobre su regulación, y en “otras cuestiones como la situación del caudal ecológico de ríos como el Tajo a su paso por la provincia de Toledo”.
“No puede ser que el trasvase permanente y mensual del agua de Castilla-La Mancha al Levante suponga que no tenga unos mínimos a su paso por Talavera de la Reina, Toledo o Aranjuez”.

Federación de Regantes
Arroyo también ha celebrado la próxima creación de una Federación de Regantes que defienda los intereses de los ciudadanos en materia hídrica y que sean los usuarios y no “sólo” el Gobierno regional quienes reivindiquen el acceso al recurso, tal y como sucede en otras comunidades.
La federación, que es un compromiso del Gobierno regional, y será una realidad antes de que finalice esta legislatura.
Sistema de control del agua
El director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos, Jesús López Perales, ha planteado la necesidad de poner en marcha un proyecto para el control del agua, a través de un sistema eficiente que permita mantener e impulsar explotaciones agrarias y así contribuir a la creación de riqueza en el entorno castellano-manchego.
«Al igual que existe un cuaderno de explotación agrícola, en el que quedan registrados todos los tratamientos fitosanitarios realizados en la parcela, “se puede hacer algo parecido con el agua” en Castilla-La Mancha, lo que “nos llevaría a ser pioneros».

El sistema se centraría, ha explicado el ingeniero agrónomo, en instalar infraestructuras de riego en base “a un coeficiente de uniformidad”, con tuberías que no dejaran escapar agua, como ocurre en la actualidad, al estar deterioradas las membranas de goma y obturadas por los efectos de los productos químicos.
Se trataría de apostar por un proyecto técnico “poco costoso y con voluntad política”, que “daría trabajo a mucha gente y calidad a las instalaciones”, ante una realidad palmaria como que el 85% del consumo de agua se emplea en agricultura.
Con el sistema que plantea, efectivo y rentable, “tendríamos un control exhaustivo del agua”, y permitiría tener reservas en los periodos de sequía que sufre el territorio castellano-manchego. “Como no se regule el uso del agua, tendremos serios problemas”, ha comentado.
A su juicio, la unión entre administración y la aportación de los técnicos podría ayudar a que “corriera el agua por nuestros ríos”, porque “tienen el mismo derecho a regar un agricultor de Levante que uno castellano-manchego”.
En otro momento, se ha mostrado reivindicativo con la versatilidad de los estudios del centro, hasta ahora “encasillados el trabajo con el campo”, coincidiendo con el 50 aniversario de la escuela en Ciudad Real.
“Somos los grandes desconocidos”, a pesar de las múltiples salidas de la carrera. “Es la que mejor se adapta” al entorno provincial y regional, teniendo en cuenta la presencia casi en la totalidad de los pueblos de Castilla-La Mancha de bodegas, almazaras, industrias cárnicas o panaderas. Y además “hacemos el diseño, gestión y comercialización de proyectos en el mundo rural”, ha sostenido.
Por su parte, el secretario general de la Universidad de Castilla-La Mancha, Crescencio Bravo, ha destacado que el centro trabaja para desarrollar los planes curriculares y, en particular, el grado de Enología a partir del año que viene, dado que Castilla-La Mancha “es el viñedo más grande del mundo, y tiene que tener estos estudios”.