Desde el hacha de mano bifacial utilizada por los hombres prehistóricos hace 350.000 años en el yacimiento de El Sotillo de Malagón a las 161 monedas de oro españolas y portuguesas de los siglos XVIII y XIX halladas tras el derribo de un edificio de la calle Toledo de Ciudad Real. ‘Atempora Ciudad Real 2023’ recupera “el peso de la historia y la cultura”.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, la consejera de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Rosa Ana Rodríguez, y el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, han inaugurado este martes por la tarde en el Museo de Ciudad Real – Convento de la Merced la tercera exposición impulsada en la región por la Junta a través de la marca ‘Atempora’ y que celebra los 40 años de autonomía “buscando las huellas desde hace 350.000 años”.
Más de 400 piezas halladas en 67 yacimientos arqueológicos repartidos por 45 pueblos de la provincia forman parte de una exposición que, según ha destacado el presidente autonómico, “es muy representativa de las civilizaciones que han pasado por la Península Ibérica”. De esta manera, Castilla-La Mancha indaga en su historia, según ha destacado Emiliano García-Page, “no para reivindicar sus diferencias”, sino para “reencontrarse con el pasado, interpretarlo y divulgarlo”, además de generar “autoestima colectiva”.
Una ley que blinde la colaboración con los creadores
La inauguración de la exposición ha sido para el presidente de Castilla-La Mancha el mejor lugar para reivindicar la cultura, porque “la generación que no deja huella, ya sea en el ámbito pictórico, literario, escultórico o arquitectónico, la generación que no invierte en cultura, será una generación perdida”.
Por eso, García-Page ha aprovechado para anunciar la elaboración de un proyecto de ley autonómica “que blinde ayudas específicas y líneas de colaboración cultural” con los nuevos creadores, los mismos que proporcionarán obras que permitirán conocer la cultura de hoy “en exposiciones dentro de 10, 20 o 100 años”, como demuestra ‘Atempora’.
“Probablemente todo el esfuerzo en pro de la cultura siempre será escaso”, ha admitido Emiliano García-Page, pero ha manifestado la intención de “recuperar y ampliar la capacidad de promocionar” a los “emprendedores” del sector, porque la sociedad en general “tiene una responsabilidad en la defensa de la cultura patrimonial”.
El 90% de las piezas nunca antes habían sido expuestas
Por su parte, la consejera de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Rosa Ana Rodríguez, ha reconocido “la labor de investigación y conservación” realizada durante los últimos 40 años en Ciudad Real para que la ciudadanía pueda ahora contemplar desde la tinaja almohade de Alarcos al altar funerario romano del siglo II de Corral de Calatrava o la espada de hierro de Villanueva de la Fuente, que es la más antigua de la Península.
Detrás de cada pieza no solo está la historia de romanos, íberos o almohades, sino “la historia del hallazgo y la conservación”, una fase tan importante como la difusión, porque, según ha resaltado Rodríguez, “la cultura no puede estar en los sótanos de un museo”.
El 90 por ciento de las piezas, ha asegurado la consejera, “nunca antes habían sido expuestas”, por lo que ha agradecido además el compromiso de los 45 municipios que han colaborado, además de a la Diputación de Ciudad Real, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y las universidades, en especial a la UCLM. ‘Atempora’ también incluye algunas obras icónicas que forman parte de la colección permanente del museo.
La consejera también ha valorado la dimensión didáctica y educativa de una exposición “no solo para ser admirada y contemplada”, sino que además “servirá para transmitir y trasladar a nuestros escolares y a las generaciones futuras ese amor y esa pasión por el rico e importante patrimonio que tiene Castilla-La Mancha”.
Las curiosidades de la exposición
Desde la segunda planta del Museo de Ciudad Real – Convento de la Merced, ‘Atempora’ ofrece “un viaje en el tiempo” a través de los descubrimientos arqueológicos más significados que ha vivido la provincia en los últimos años. Con un recorrido circular, la muestra parte del Paleolítico y continúa por el Bronce de La Mancha, la cultura ibérica, la Hispania romana, la Antigüedad Tardía, Al-Ándalus, la Edad Media y la Edad Contemporánea.
La gran tinaja almohade de color verde y ocre del yacimiento de Alarcos, uno de los que más piezas han aportado, abre la exposición antes de pasar al Paleolítico, donde está la recreación de un grupo de preneandertales a la orilla de un afluente del río Guadiana y de las pinturas esquemáticas que han aparecido en abrigos como Peña Escrita en Fuencaliente.
De hachas y picos de cuarcita, como la alabarda de la Motilla del Retamar, que es el arma más antigua de Castilla-La Mancha, el visitante pasa a contemplar vasijas típicas de la cultura ibérica, algunas del Cerro de las Cabezas de Valdepeñas.
Las piezas extraídas en Oretum (Granátula de Calatrava), Sisapo (Almodóvar del Campo) o Laminum (Alhambra), protagonizan la parte romana, donde también hay expuestos minerales, ya que fue muy famosa la obtención del cinabrio, que permitía obtener un pigmento rojo para la pintura mural.
El tesoro de Dirhams, hallado en el Castillo de Calatrava la Vieja en Carrión de Calatrava, y los restos de un taller de falsificación de monedas de Alfonso XI de mitad del siglo XIV marcan la recta final de una exposición que cierra con el ‘tesoro de la calle Toledo’ de Ciudad Real, localizado en 1999 y que incluye una colección de 161 monedas de oro españolas y portuguesas en un excelente estado de conservación. ‘Atempora’ podrá verse hasta el 2 de julio.
En la inauguración también ha estado la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno, Blanca Fernández, la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz, los delegados de la Junta de Comunidades y de Educación en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo y José Caro, la teniente de alcalde de Ciudad Real, Pilar Zamora, y el director del Museo Provincial de Ciudad Real y comisario de la exposición, José Ignacio de la Torre.