Un 12 de octubre de 1999, de la mano de Francisco Ureña como primer presidente pero con el impulso de la base de la inquieta sociedad almagreña, nació el Ateneo de Almagro para convertirse en un espacio de reflexión y debate poliédrico, tanto por la temática como por los puntos de vista. Una institución ya consolidada que este año cumple 20 años más vigente y revitalizada que nunca gracias a su actual presidente, José Antonio Prieto, pero también al viaje realizado de la mano de sus otros dos dirigentes: Francisco del Río y Dolores Cabezudo.
“Aunque el auge de los ateneos tuvo lugar en el siglo XIX, ya en el XXI y adaptado a los nuevos tiempos, el Ateneo de Almagro se revela como un espacio más que necesario en unos tiempos algo convulsos en los que parece no haber demasiados espacios para la reflexión transversal, independientemente de posturas ideológicas” explica a Lanza el actual presidente del Ateneo, quien cogió sus riendas hace 5 años.
Tras recordar el papel que jugó entre los promotores el actual director del CELCIT Luis Molina por el contacto que había tenido con los ateneos latinoamericanos, Prieto destaca que el Ateneo de Almagro representa un espacio privilegiado para la cultura y las ideas -con toda su dimensión transformadora para la sociedad y creadora de conciencia crítica- en el que hay miembros de todos los colectivos almagreños desde sanitarios a abogados, pasando por economistas, docentes, empresarios u oficios tan diversos como carpinteros o electricistas, por poner ejemplos.
“El Ateneo de Almagro es muy transversal y esa transversalidad también se refleja en que nuestros miembros tienen ideas muy diversas, y tenemos representación de todas las opciones políticas actuales; creyentes y ateos… Esa diversidad también se refleja en la organización del propio Ateneo, en su junta directiva, y se demuestra que es posible hablar y entenderse, siempre desde el respeto, sean cuales sean tus ideas. Y eso es algo de lo que estamos orgullosos”, apunta José Antonio Prieto.
Pero, además del trabajo de quienes están implicados en el funcionamiento cotidiano de esta institución, Prieto pone en valor también los aportes de toda la sociedad almagreña y de quienes han ido pasado a lo largo de estas dos décadas por las actividades del Ateneo haciendo que el proyecto crezca, se enriquezca y se consolide “como institución poliédrica, de muchas caras, que tiene una decena de secciones –teatro, literatura, música, ciencia y tecnología, artes plásticas- que abarcan prácticamente todo porque, como dijo el presidente Azaña –que también presidió el Ateneo de Madrid- no se puede restringir nada al espíritu ni nada humano es ajeno a un ateneo”.
Nueva sede y reunión de ateneos del país
A las numerosísimas actividades –entre la que se incluyen las contenidas en el convenio firmado el año pasado con la UCLM, institución con la que hay una amplia y estrecha colaboración- el veinte aniversario de la creación del Ateneo de Almagro va a comenzar a celebrarse el próximo 21 de marzo con la inauguración de la nueva sede en un espacio emblemático del centro de la ciudad como el conocido como Palacio de Medrano.
“Este es un proyecto en el que llevamos años trabajando, distintos presidentes, y que ha sido posible en este aniversario especial para nosotros gracias a la cesión del Ayuntamiento de Almagro, por lo que elegimos el 21 de marzo –día que comienza la primavera- no al azar, sino con todo el simbolismo de renacer que conlleva”, indica José Antonio Prieto.
A partir de ahí, habrá actividades habituales como conferencias –entre ellas las del portavoz de la Agencia Estatal Europea en España y del subdirector general del INAEM-; o la posibilidad de un debate que ya se ha planteado formalmente a todos los candidatos que opten a la Alcaldía de Almagro “para que no sólo respondan a las preguntas que les plantee el Ateneo sino las de los propios ciudadanos como ya se hizo con gran éxito hace cuatro años”.
También se celebrarán unas jornadas de recuperación del patrimonio de Almagro centradas en la nueva sede del Ateneo de Almagro; cuatro conciertos dentro del programa Primavera Musical en abril y mayo; las Jornadas Cervantinas; y lo que sea necesario durante el Festival de Almagro, en el que ponemos a su disposición toda nuestra colaboración.
Pero en junio, una de las principales actividades específicas de este aniversario será una reunión de los ateneos de toda España –iniciativa pionera en Castilla-La Mancha- comenzando por los de la provincia como el de Alcázar de San Juan que tiene una trayectoria muy similar al de Almagro, así como con los del resto de la región –Albacete, Toledo, Cuenca, Talavera de la Reina…- y algunos de los más históricos de España como el de Madrid, Cádiz o Valladolid, entre otros.
Pero además Prieto, que reivindica que Almagro no es solo capital del teatro en julio sino capital de la cultura los doce meses y por eso comenzaron hace 20 años a pedir que sea declarada Patrimonio de la Humanidad, ha destacado que el 12 de octubre habrá un acto institucional de homenaje hacia todos los que han creado, mantenido y enriquecido esta institución, trabajando por ella desde distintos ámbitos.
“Congregaremos a la sociedad civil y a las administraciones públicas para conmemorar esta efeméride y reconocer también a quienes han apoyado, han luchado y han creído en el Ateneo de Almagro y en los ateneos en general” apunta Prieto, quien concluye que en el mes de diciembre se preparará también otro acto en el Teatro Municipal en el que estarán invitados todos los ateneístas de Ciudad Real, Valdepeñas, Bolaños, Daimiel, Manzanares, Barcelona, Gijón, Valencia, Madrid y “alguno latinoamericano”.
El palacio
Se construyó a finales del siglo XVI por D. Jerónimo de Ávila y de la Cueva y Dª Catalina de Sanabria, quienes se casaron en la parroquia de San Bartolomé en 1590 y fueron los fundadores del convento de San Francisco.
El palacio perteneció la familia Medrano hasta mediados del siglo XIX -de la que tomó el nombre por el que se le conoce, Palacio de los Medrano- cuando se realizaron importantes transformaciones en su estructura con excepción de la fachada hecha de mampostería con verdugadas de ladrillo, enmarcada por dos torres y con una galería de arcos de medio punto en su parte superior; o el artesonado de la sala en la que se ubica el Ateneo y que data del siglo XVI con los escudos heráldicos del matrimonio que lo construyó.
Albergó en su interior la oficina de telégrafos de Almagro y se instaló un casino –que sigue y cuyos miembros han apoyado al Ateneo de Almagro en el cambio, según reconoce Prieto- ya que el edificio se encuentra en una de las arterias que, en el siglo XIX, vertebran la ciudad de Almagro, la calle San Agustín, que conecta el centro de la ciudad con la estación de ferrocarril y donde se construye el Teatro Municipal, uno de los edificios más significativos del Almagro del XIX.