Sesenta mujeres participan en la décima edición del curso de autoprotección y defensa personal puesto en marcha por la Concejalía de Igualdad de Ciudad Real en coordinación con la Policía Local dentro de la programación organizada dentro del 25-N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Desde la sede de la Universidad Popular, en el antiguo colegio de Ciudad Jardín, mujeres de todas las edades han aprendido este lunes en una de las seis sesiones “a zafarse de agarres en brazos, muñecas y por detrás”. Después las enseñarán a defenderse ante bofetadas y puñetazos, o frente a un agresor con un arma blanca o un palo.
Acompañado de la concejala de Igualdad, Ana Belén Chacón, el agente e instructor José Ramón Hervás ha explicado que “las mujeres aprenderán recursos para poder salir con solvencia de una situación crítica” sin quedarse bloqueadas. Asimismo, ha destacado que la Policía Local es “muy sensible” ante este tipo de situaciones.
Las participantes han salido encantadas de la primera sesión. “Cuando me enteré, rápidamente me apunté, porque es interesantísimo”, ha expresado Carmen Izquierdo, de 68 años. Ella misma vivió una situación “molesta” en Madrid y salió como pudo, “dando un mamporro”, por lo que prefiere aprender herramientas que puedan disuadir al agresor.
Igualdad sacará un nuevo curso para las mujeres en lista de espera
Tras destacar la labor de la Policía Local, la concejala de Igualdad ha destacado que este taller en su décima edición “vuelve a ser un éxito”, como demuestra la lista de espera de mujeres que no han podido participar. “El curso se volverá a sacar, porque tiene mucha demanda y beneficios” para mujeres a partir de los 18 años de edad, ha explicado.
En el marco del 25-N, el objetivo no es otro que “ganar autocontrol y seguridad ante situaciones de agresión”. “De este taller no salimos expertas en artes marciales, pero sí con la autoconfianza física y psíquica de defendernos ante situaciones complicadas”, ha explicado, consciente de que, ante un agresor, “gestos como alzar la mirada, en vez de bajar la cabeza”, pueden ser disuasorios.