La procesión del Prendimiento ha echado a la calle a todo el vecindario del barrio de los Ángeles en este Domingo de Ramos pospandemia. A las seis de la tarde ha salido el Prendimiento y en el entorno del Colegio Nuestra Señora del Prado, los Marianistas, no cabía ni un alfiler.
Ningún niño del barrio se ha querido perder la procesión y con estampitas en las manos, que han repartido los penitentes más pequeños de la Hermandad del Prendimiento de Jesús Cautivo y María Santísima de la Salud, o con tambor, han seguido el avance de los dos pasos, portados por costaleros. La procesión no se ha seguido solo desde la calle, sino también desde ventanas y balcones.
El Misterio del Prendimiento, obra de Miguel Ángel González Jurado, ha abierto la marcha entre penitentes en blanco y azul con su impresionante trono de madera y estilo barroco, de los talleres Óscar Soria de Córdoba. Los 45 costaleros se han movido al ritmo de las marchas de la numerosísima Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva, con más de un centenar de integrantes.
El cierre lo ha puesto la imagen de María Santísima de la Salud, con traje en verde y detalles en oro, obra de Antonio Joaquín Dubé de Luque, sobre un trono de los talleres de Antonio Santos Campanario. El palio además ha estrenado varias piezas de candelería de alpaca plateada y ciriales. La ha acompañado la Sociedad Filarmónica María Inmaculada de Linares.
Serán entradas las once de la noche, cuando esta procesión ponga el broche al Domingo de Ramos en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles. Los ciudarrealeños tendrán que esperar hasta el Martes Santo para disfrutar de nuevos pasos procesionales, con la salida del Medinaceli y la Virgen de la Esperanza, en esta Fiestas de Interés Turístico Nacional con 28 procesiones.