Toda una vida vinculada a la Plaza de Toros de Daimiel, desde su papel como alguacilillo hasta el de asesor de Jesús Pozuelo en la presidencia. Precisamente éste fue el encargado de introducir al cuarto pregonero taurino de Daimiel: Basilio Menor Cuesta, bajo una semblanza basada en su entorno, su familia, su trabajo y sus obras; unos principios para dar una imagen exacta de su perfil. Tras ese paseíllo de su amigo y compañero de afición, el propio Basilio, visiblemente emocionado, repasó su propia relación con la historia del coso daimieleño, desde su construcción hasta la actualidad. En sus primeras palabras, destacó la inquietud que llevó a su cimentación, basada en la colaboración del pueblo.
Un repaso que se inició en 1952 cuando él tuvo la oportunidad de ser alguacilillo con 9 años en una novillada de Eugenio Marín para recaudar fondos. Tras ello, algunos festejos menores y un ciclo cargado de anécdotas y “aficionados prácticos” para buscar dinero y terminar un coso en construcción cuyas obras concluyeron un año más tarde con una inauguración a cargo de Manolo Sevilla, Manolo Cano y Madrileñito para la lidia de cuatro miuras y dos de Javier Moreno.
Menor revisó varias décadas y personas que han contribuido a esta llamada fiesta nacional y a espadas locales y aficionados de Daimiel, algunos incluso, comentó, “se llegaron a vestir de luces”. Citó al Lince, al Lauri, Clavileño, Félix Jesús Rodríguez, entre otros tantos, y reseñó las “buenas tardes como en la del 96 con un gran espectáculo ofrecido por el novillo número 52 y Luis Miguel Vázquez”.
Recuerdos
Recordó cómo las mulillas, la Banda Municipal de Música y el alguacilillo partían en el Ayuntamiento y hacían un pasacalle hasta la Plaza de Toros atrayendo a las gentes y, en consecuencia, llenándose el festejo taurino; también cómo un toro rompió la puerta del arrastre y se subió al patio de caballos en el 59 o en el 1990 cuando otro rompió la puerta de chiqueros.
Basilio Menor, que rememoró su paso por las distintas responsabilidades ejercidas a lo largo de su trayectoria en el coso daimieleño, enfatizó que la de Daimiel se caracteriza por ser “una plaza con mucha historia, corridas duras, que se gana el título de torista, muchos festejos y una afición que venía toda la provincia”. Por eso, finalmente, pidió que toros y toreros den juego en la próxima de Feria del 2 de septiembre.
Siguiendo muy de cerca a Basilio Menor Cuesta estuvo el alcalde, Leopoldo Sierra, quien expresó su ánimo de corresponder las expectativas de aficionados, peñas taurinas y del emprendedor, Alberto García, con el objetivo, dijo, “de devolver a nuestro coso taurino la seriedad necesaria que dan las escalinatas repletas de público en cualquier recinto o espectáculo que se precie”. Por eso, comentó, “solo entre todos y de forma real, podremos revertir la reducida entrada registrada en citas anteriores”. “Una senda retomada que ya mostró una cara esperanzadora en el acto solidario del pasado mes de abril”, recapituló al tiempo que ensalzó el “papel colaborador” de la Peña Taurina Daimieleña.
Precisamente, su presidente, José Julián Rodríguez Soto, pidió respeto hacia la afición taurina y el significado de la tauromaquia e hizo una semblanza del cartel del próximo 2 de septiembre a las 18:30 horas con reses de Guadalmena e integrado por Juan José Padilla, el francés Sebastián Castella, y el novillero local Carlos Aranda.
Durante el acto, presentado desde el propio ruedo por Paco Córdoba ante unas 300 personas, se repartió el número 35 de la Revista Toros de la Peña Taurina Daimieleña, dedicada al torero Dámaso González, y donde en sus 44 páginas se le dedica un hueco especial, además de recoger varios artículos e imágenes de colaboradores asiduos y aficionados.
La Peña Taurina Daimieleña ha previsto para los próximos días su cuarta visita guiada por la Plaza de Toros fijada el día 1 de septiembre en dos pases (11:00 y 13:00 horas, respectivamente), la convocatoria del certamen fotográfico “Una tarde de toros” y una visita para el 15 de septiembre a la Feria de Albacete donde se entregará a la familia de Dámaso González, portada de la revista, un cuadro alegórico en recuerdo del conocido como “Torero de toreros, rey del temple”.