Bodegas ‘El Progreso’ está acabando los proyectos iniciados el año pasado con la inversión de un millón de euros, con el fin de aumentar la capacidad de molturación y almacenamiento para mejorar su funcionamiento, y con nueva maquinaria enológica para dotar de más calidad a sus vinos.
El presidente de la entidad villarrubiera, Jesús Julián Casanova, explica que tras esta adaptación la cooperativa y de cara a la próxima vendimia será más eficiente a la hora de gestionar la uva y de elaborar los nuevos caldos. En concreto, han construido nuevos depósitos para fermentar el vino tinto, además de mejorar los más antiguos e instalar sistemas fotovoltaicos para ser más sostenibles y respetuosos.
La inversión realizada será financiada a través del programa europeo Vinati, de apoyo al sector vitivinícola español.
La cooperativa, que también tiene sección de aceite, sigue potenciando la comercialización exterior de sus vinos y aceites en sendas uniones de productores, una gestión que les da más dimensión y rentabilidad, según Casanova.
Vidasol
En concreto, Vidasol, el grupo vinícola de segundo grado integrado por ‘El Progreso’ y ‘Los Pozos’, de Daimiel, impulsoras de la agrupación de productores (AAPP), a la que después se sumaron ‘Cristo del Prado’ de Madridejos; ‘Castillo’, de Consuegra y ‘Óleo-Vinícola’, de Bolaños de Calatrava, les permite, según Casanova, un manejo del producto “más eficiente”.
El grupo, al que por ahora no hay previstas nuevas incorporaciones, tiene un volumen comercializador (con una media de 120 millones de litros) “idóneo, ni grande ni pequeño”, a la hora de “hacer una buena gestión”.
Venden en conjunto los graneles, mientras que cada cooperativa tiene una carta “diversa” de productos de diferentes variedades y presentaciones en el vino etiquetado (entre el 5 y el 10%), atendiendo cada una “sus nichos de mercado”, aunque el “objetivo final” a nmedio plazo es la elaboración conjunta y centralizada de una marca del grupo, y así “lograr que el valor añadido se quede en el territorio”.
En el caso de Oleovidabol, otro grupo también impulsado por ‘El Progreso’ en el ámbito del aceite, junto a Oleovinícola Campo de Calatrava, de Bolaños de Calatrava, para comercializar 3,2 millones de kilos de aceite, también persiguen en su “avance ordenado” elaborar una marca conjunta, a la vez que potencian la estructura comercial.
En este caso, la entidad se constituyó en abril, desde cuando comercializan de manera conjunta los productos molturados también como agrupación de productores, con el fin de “trabajar para vender mejor y beneficiar a nuestros productores”.
Esta unión comercial también tiene “la puerta abierta” para que otras cooperativas puedan sumarse al proyecto, que suma una cosecha media de 15 millones de kilos de aceituna, y prevé una facturación de 9 millones de euros.