La Covid-19 ha alterado los planes de personas, empresas y eventos. Es el caso de la Feria Nacional del Vino (Fenavin), impulsada por la Diputación Provincial de Ciudad Real, cuya XI edición prevista para el próximo mes de mayo ha sido aplazada a 2022. La decisión ha sido acogida con comprensión por bodegueros y cooperativistas de la provincia, quienes esperan que las ventas se reaviven de cara a la Navidad.
El anuncio ha sido respaldado por el sector, a pesar de la pérdida de una nueva oportunidad promocional que supondrá para sus negocios, teniendo en cuenta que la feria reúne a miles de compradores e importadores nacionales e internacionales.
La pasada edición fue la más exitosa con la cifra récord de 495.180 contactos comerciales, muy necesarios este año ante los vaivenes del mercado, pero las circunstancias “mandan” y la salud “es lo primero”, han coincidido en señalar.
El presidente de la Denominación de Origen La Mancha, Carlos Bonilla, comparte la preocupación de la organización sobre las dificultades de la pandemia para hacer viable la celebración de la feria bienal con garantías de seguridad. A su juicio, la “incertidumbre” del momento haría peligrar la presencia de importadores y, por tanto, los gastos, serían innecesarios.
Fenavin es un evento “muy importante” para la promoción de los productos de una de las mayores DO del mundo, con 157.000 hectáreas de viñedo acogido y más de 200 bodegas. En el momento actual ayudaría mucho para solventar las caídas de ventas por la crisis sanitaria. Pero la dinamización comercial por esta vía tendrá que esperar un año.
Con todo, el presidente del Consejo Regulador mantiene la esperanza de poder negociar la salida de buena parte de sus 80 millones de botellas en los mercados internacionales, sobre todo en los asiáticos. “Hay más movimiento”, asegura, a la espera de que recuperen mordiente y regularicen la actividad.
De más a más, también confían en que los países europeos, grandes clientes de los vinos manchegos, despierten ante la cercanía de la Navidad y amplíen su demanda porque la pandemia “nos ha hecho mucho daño en este mercado”.
Igualmente, Bonilla espera aumentar a medio plazo la presencia de sus caldos en Estados Unidos, un país donde “nos ha costado mucho entrar”.
Mejor campaña están teniendo las ventas online, en algunas bodegas de la DO con subidas de hasta el 300%.
Decisión idónea
Jesús Julián Casanova, presidente de la Cooperativa ‘El Progreso’ de Villarrubia de los Ojos, también coincide en que la decisión de la suspensión “de la feria más importante del mundo” es “la más idónea”.
El objetivo de reunir “a proveedores de todo el mundo” para que las bodegas ciudarrealeñas y españolas tuvieran “más representación a nivel global” hubiera fracasado, en su opinión, en un primer semestre de 2021 “incierto”.
Por ello, todo el entramado organizativo de la feria podrá preparar la edición atrasada “con más fuerza y repercusión”.
Los beneficios de Fenavin en el sector bodeguero son muchos. Es el caso del Progreso que en cada edición, explica su presidente, realizan cerca de cuarenta contactos, “entre 20 o 30 con clientes habituales para reforzar la relación” y la otra decena “nuevos”.
Ahora, tras la caída de las operaciones en la distribución por el cierre del canal Horeca, Casanova señala que los mercados internacionales, especialmente los de Asia, Europa y EEUU, “se están animando”. La empresa que produce 85 millones de kilos de uva tiene a sus principales clientes en dichas latitudes.
La misma valoración hace Casanova para VIDASOL, la cooperativa de 2º Grado que también preside.
El grupo comercializador integrado por cinco cooperativas (tres de Ciudad Real y dos de Toledo) también espera más agilidad en los mercados a la hora de poder dar salida a los 110 millones de litros de vino de alta calidad que en conjunto ha obtenido en la presente campaña.
“Había que suspender”
Desde la Bodega ‘La Unión’, cooperativa alcazareña de 85 años de historia, su presidente, Lorenzo Serna, celebra “la buena decisión” que ha supuesto la moratoria. “Nos viene bien la promoción de nuestra imagen, pero ahora manda lo que manda, y con todo el dolor del alma, había que suspender”, señala.
A juicio de la entidad con cerca de 300 socios, “han hecho lo correcto” porque “no se hubiera sacado nada positivo”.
‘La Unión’ visita habitualmente el “acontecimiento” que es Fenavin de la mano de Globalcaja, una presencia que de alguna manera les ha servido para cambiar el ritmo de las operaciones en sus salidas. “Exportamos el 92%” de los 8,5 millones de litros (el 95% granel) que producen, frente al 20% del volumen que comercializaban en el exterior hace algo más de una década.
Han invertido la ecuación, relata Serna, gracias a un equipo de profesionales y técnicos “muy competentes” y a la apuesta por herramientas de gestión propias de empresas del siglo XXI.
Ahora están afrontando una caída del consumo por la crisis sanitaria mundial y “tendremos más problemas para cerrar operaciones, aunque los ánimos están muy arriba y “los agricultores somos muy valientes”.
Serna también muestra su orgullo por la línea sociocultural que desarrolla la cooperativa al colaborar con proyectos sociales y solidarios. “Es una cosa muy buena para todos”.
“Hay mucha incertidumbre”
Francisco Alcántara, gerente de Bodegas Arúspide de Valdepeñas, entiende que la celebración de Fenavin hubiera sido “prematura”, a pesar de la oportunidad que representa para empresas vinícolas como la suya a la hora de difundir sus emblemáticas marcas como Ágora, Autor o Landó.
“Hay mucha incertidumbre y los clientes no están viajando”, asegura.
La feria “es fundamental” para negocios de menor dimensión, aunque las circunstancias sanitarias no garantizan la presencia de clientes ni el cierre de operaciones.
Bodegas Arúspide edita alrededor de un millón de botellas, el 60% destinadas al mercado internacional y el otro 40% al nacional, por l oque el cierre de la restauración y la hostelería “ha afectado mucho”.
Más abundantes han sido las ventas online que “han salvado” las ventas, a la espera de que “se recupere el consumo y la distribución”.
“Es una feria muy importante”
Los vinos de selección también verán repercutida la ausencia de Fenavin en 2021. Así lo dice Pierre Dessevre, director de la bodega Dehesa del Carrizal.
“Es una feria importante, en la que hacemos contactos”, relaciones que posteriormente se convierten en negocio.
En el caso de esta bodega ubicada en Retuerta del Bullaque, con 130.000 botellas al año, el 50% para la exportación, la venta online “nos ha salvado los muebles”.
Unas ganancias que no han cubierto las pérdidas por el confinamiento pero que podrían sumarse al negocio “que solemos hacer en el último trimestre del año”.
Espera que sus seis referencias de alta calidad -Chardonnay, MV, Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot y el buque insignia del vino ensamblado Colección Privada-, aumenten su demanda en la antesala de la celebración de las fiestas navideñas.
Son “caldos excelentes” salidos de una uva “de calidad y equilibrada” gracias a las temperaturas “que han acompañado”.