El Ayuntamiento de Bolaños de Calatrava, en colaboración con la Hermandad de Mayordomos del Señor, ha hecho públicas las bases para el tradicional Concurso de Alfombras del Corpus y la Octava 2025, un acontecimiento que cada año llena de color, fervor y belleza las calles de la localidad.
Podrán participar todas aquellas hermandades, grupos o asociaciones de vecinos que deseen contribuir con su creatividad y dedicación a esta tradición centenaria, decorando los tramos de calle que no ocupen los propios vecinos del recorrido procesional. La temática de las alfombras deberá estar estrechamente relacionada con la festividad del Corpus Christi, reflejando el profundo significado religioso y cultural de la celebración.
El concurso establece que las alfombras deberán dejar un margen mínimo de 50 centímetros entre el bordillo y su inicio, así como un espacio de dos metros entre alfombras de diferentes concursantes. La longitud será libre, respetando siempre las esquinas en los cruces de las calles, y se prohíbe expresamente el uso de pinturas o productos que dejen marcas permanentes.
Las inscripciones estarán abiertas en la Oficina de Turismo, hasta el miércoles 18 de junio para la festividad del Corpus y el jueves 26 de junio para la Octava. El jurado pasará antes de cada procesión para valorar la creatividad, calidad artística y fidelidad temática de las alfombras. El Ayuntamiento otorgará una subvención económica a los participantes, con cuantías que irán desde los 20 hasta los 75 euros, en función de los metros realizados y la riqueza de la ornamentación, de acuerdo con el criterio del jurado y conforme a la legislación vigente.
La participación en este concurso supone la plena aceptación de las bases, que buscan no solo embellecer las calles durante las procesiones, sino también consolidar esta tradición como un verdadero patrimonio inmaterial. Las alfombras de flores, serrín y otros materiales efímeros son una muestra viva de la identidad y la memoria colectiva de Bolaños de Calatrava, transmitida de generación en generación y celebrada con orgullo cada año.
Cada alfombra es mucho más que un adorno pasajero: es un acto de devoción y una expresión artística que convierte el asfalto en un lienzo compartido. Con cada diseño, los vecinos y vecinas reafirman sus raíces y renuevan el espíritu festivo de la localidad, manteniendo viva una costumbre que, como el propio Corpus, pertenece al alma del pueblo y a su rico Patrimonio Cultural Inmaterial.
