El presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Ciudad Real, José Ramón Caballero, ha destacado que el veterinario es una figura esencial en las actividades cinegéticas, al tiempo que ha reclamado que estos profesionales puedan desarrollar su actividad de control, vigilancia medio ambiental y sanitaria de una manera mucho más amplia a la que actualmente desarrollan.
En una entrevista concedida a Lanzadigital, con motivo de la celebración en Ciudad Real de FERCATUR, Caballero ha destacado que el papel del veterinario no puede quedar relegado, como sucede actualmente, al control de los productos de la caza, a la carne, sino que estos profesionales deben actuar, también, en la vigilancia del medio ambiente, de las enfermedades transmisibles al hombre y en el control y vigilancia de la sanidad de la fauna silvestre.
Además, ha resaltado que el veterinario de actividades cinegéticas debe de ser una persona “independiente” en su trabajo y no debe estar condicionado por el gestor cinegético. “Esto lo debe revisar la administración regional y modificar la legislación pertinente, el decreto de 2008, de regulación de las actividades cinegéticas, una demanda histórica de los colegios de veterinarios.
Al hilo de esta cuestión, Caballero explica que en ese decreto se establece que el veterinario de control de la carne de caza será nombrado por el gestor cinegético que es “juez y parte” y, por tanto, resta independencia al profesional para trabajar como debe.
Identificación de las carnes y precintos
“Y otro de los problemas que tiene el decreto de 2008 es que la identificación de las carnes, mediante precintos, tampoco depende del veterinario sino del gestor cinegético. Por tanto, la trazabilidad del producto no existe y eso se traduce en una inseguridad alimentaria, no hay una trazabilidad del producto porque no hay un control por parte del veterinario”, ha indicado.
Esa falta de control veterinario puede llevar, como así ha sucedido, a que se den casos de triquina, a la difusión de la tuberculosis u a otros problemas relacionados con la sanidad de la cabaña ganadera… “El veterinario es el garante de la sanidad y el bienestar animal de la fauna silvestre”, ha añadido Caballero.
Igualmente, el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Ciudad Real ha reclamado, también, su presencia en los estamentos medioambientales y cinegéticos de la administración regional. En concreto, ha explicado que los veterinarios no participan en la elaboración de las leyes de caza, no están representados en la administración en el área de Medio Ambiente, “y todo esto conlleva que falte el control del veterinario que, realmente, es el que conoce todas estas circunstancias de la sanidad animal, sea ganadera o sea silvestre”.
Reclaman la capacidad para elaborar los planes técnicos de caza
Otra reivindicación histórica de los profesionales veterinarios es participar en la elaboración de los planes técnicos de caza. “Pensamos que la nuestra es una profesión preparada en todo este sentido y que tiene una vinculación no solo con la actividad cinegética sino con todo el desarrollo de la fauna, mejora genética o alimentación, antes de ser cazada”.
Caballero reitera que en la actualidad, con la ley en la mano, el papel del veterinario se reduce al control de la carne en las cacerías y, además, ni siquiera de una forma independiente porque es nombrado por el gestor cinegético. “Esto supone un problema y una condicionalidad que no tiene porque tener un profesional que por mucho que lo quiera hacer de la forma adecuada siempre se encuentra con un condicionante”.
En la práctica esto conlleva que no pueda haber una trazabilidad del producto porque los precintos tampoco dependen del veterinario, lo que genera una inseguridad en la alimentación de estos productos y, evidentemente, un peligro para la trasmisión de enfermedades.
Vinculación entre los veterinarios y el medio ambiente
“Debería existir también una vinculación entre el veterinario y el medio ambiente. En la administración no hay veterinarios en los servicios de Medio Ambiente con lo cual esto supone problemas con enfermedades como la mixomatosis, la tuberculosis o la triquinosis, problemas que, a la larga, afectan a la salud medioambiental que incluye a los animales silvestres y a los que conviven con ellos, la ganadería, tanto de vacuno como de caprino”, explica.
Caballero añade que los veterinarios llevan años reivindicando su puesto en las actividades cinegéticas desde el punto de vista de la responsabilidad. “Los profesionales que acuden a estas actividades cinegéticas son realmente responsables, claro que lo son, pero siempre les queda este condicionamiento, no terminan de ser una figura de autoridad porque no tienen independencia”.
Recuerda que desde el Consejo Regional de Colegios de Veterinarios llevan años pidiendo que esto se modifique para que los veterinarios puedan ser los garantes de la salud medioambiental y, también, de la salud humana a través del consumo de la carne de caza, así como su presencia en la administración a la hora de elaborar leyes o planes de caza. “No puede ser una figura meramente decorativa porque la nuestra es una actividad esencial y debemos trabajar con independencia. Debe ser ensalzada, tal y como merece a su formación y a su responsabilidad”.
El también vicepresidente del Consejo de Colegios Profesionales de Veterinarios de Castilla-La Mancha ha querido dejar claro que los profesionales que están actuando en actividades cinegéticas cumplen con su deber y con su trabajo, y son muchos y este es un sector económico muy importante para la región.
“Pero también es cierto que esa labor de inspección, de control de materias primas que luego van a ir a la alimentación humana e, incluso, de control de estos animales salvajes que luego son los que van a determinar la sanidad medioambiental, debe estar en manos de profesionales de la veterinaria que somos los que estamos capacitados para realizar estas cosas”, concluye.