El presidente de la Diputación provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero, explica a Lanzadigital que el teletrabajo se ha convertido en una fórmula con la que la institución trata de que no se note esta situación excepcional en el día a día de la gestión municipal, y las videoconferencias, en una herramienta de cercanía y apoyo para los alcaldes de una provincia extensa y con pueblos muy pequeños, mientras remata un plan para atender sus demandas prioritarias.
En el futuro, le gustaría que recordásemos esta etapa como un momento en el que los ciudadanos demostramos que “desde la unión, la solidaridad y, desde el afecto, aunque sea en la distancia, esta tierra y este país pueden salir adelante”
Pregunta.- ¿Cómo contempla la provincia desde su despacho en casa?
Respuesta.- Por un lado, con preocupación, lógicamente. Sigo con mucho interés toda la actualidad informativa en cuanto a contagios y fallecimientos. Pero, por otro lado, con cierto optimismo, porque la ciudadanía está respondiendo muy bien al estado de alarma decretado por el Gobierno y, salvo excepciones, se están manteniendo dentro de sus casas. Y también veo muy bien a los alcaldesas y alcaldes, con independencia de su color político, que están al frente de sus pueblos, cogiendo las riendas y usando los resortes que tienen desde el poder municipal para atender a todos los vecinos, de modo que esta situación que agrava muchos problemas de algunos vecinos sea más leve, especialmente para los más desfavorecidos. En este sentido, el trabajo que están haciendo es muy importante.
P.- Ya ha establecido un sistema para que los trabajadores de la Diputación teletrabajen, ¿cómo está funcionando la adaptación de todos los que componen la institución a este sistema?
R. Muy bien. Hemos cerrado algún servicio, como la Escuela Infantil, siguiendo la decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha en este sentido. La residencia universitaria podía permanecer abierta, pero no hay ningún estudiante, porque han regresado a sus casas. Y, en cuanto al Psiquiátrico, el nombre por el que se le conoce, nuestra prioridad son los pacientes y los profesionales están atendiéndoles de la mejor manera posible. En el resto de servicios que no trabajan directamente con personas, sino con Ayuntamientos, hemos puesto turnos de presencia y, los demás, desde casa. Especialmente, en un primer momento, los más vulnerables, porque algunos trabajadores tenían algunas patologías que aconsejaban que trabajasen desde sus casas de inmediato. El resto, a lo largo de la mañana del lunes y en estos días, trabajan ya desde casa.
Lo cierto es que ya teníamos mucho avanzado en la Administración electrónica, pero ahora hemos dado un salto más. Por decirlo de alguna manera, esta crisis, al final, ha supuesto una oportunidad. Recuerdo que llevaba cuatro años y medio pidiendo que me pasaran de Intervención y Tesorería las firmas y pagos de manera electrónica, pero no era posible. Lo seguíamos haciendo como hace veinte años, con una carpeta que iba de la mesa de Intervención o del tesorero a la mía. Y ahora, desde el lunes, ya estoy firmando toda esa parte electrónicamente.
Y luego hemos establecido este sistema de videoconferencia, algo que ya hicimos el mismo viernes, y mantenemos todos los días reuniones con los vicepresidentes y los jefes de servicio e, incluso, esta entrevista, con un alto nivel de calidad, lo que demuestra que, pese a las dificultades se puede mantener el trabajo. Y éste era nuestro objetivo: que se note lo menos posible este estado de alarma en el que vivimos.
P.- ¿Qué le están transmitiendo los alcaldes y alcaldesas de la provincia? ¿Cuáles son las principales demandas que está recibiendo en una provincia muy amplia, en la que hay también pueblos muy pequeñitos?
R.- Hay dos principales preocupaciones para ellos que son, por un lado, equipar al personal que atiende la ayuda a domicilio, en un momento en el que se ve que ni los hospitales tienen todos los materiales. Y están tirando de imaginación e, incluso, fabricando sus propias mascarillas y trajes de protección, con el ánimo de proteger a nuestros mayores. Y la segunda cuestión importante es lo que tiene que ver con el baldeo y la limpieza de calles, y ahí estamos funcionando muy bien, porque estamos manteniendo a una parte importante de los trabajadores del Plan de Empleo y porque contamos con personas, agricultores y profesionales de los pueblos, que tienen maquinaria que usan para atender su agricultura y la están poniendo al servicio de los ayuntamientos para mantener nuestros pueblos limpios. Pero, problemas graves no está habiendo en ningún sitio: el pueblo más pequeño está funcionando y resolviendo ambos aspectos.
P.- Los alcaldes, entonces, están contando con mucha gente que se presta voluntaria en sus respectivas localidades…
R.- Hay muy buena actitud. Somos un gran país y una sociedad responsable que cuando se siente amenazada, aunque haya algún egoísta que haga acopio injustificado de productos de limpieza, responde. En general, nuestros conciudadanos está teniendo una actitud muy positiva y colaboradora, como me cuentan todos los alcaldes.
P.-¿Le están demandando ya ayuda económica los ayuntamientos? Cuenta la Diputación ya con un Plan de Apoyo de gasto corriente para ayuntamientos que no sé si piensa reforzar.
R.- Curiosamente, estamos en este momento planteando el Plan de Apoyo para publicarlo y que pudieran pedirlo los pueblos de menos de 5.000 habitantes, y también estamos con la convocatoria del Plan de Obras. Y, ahora mismo, estoy muy pendiente de la interpretación que hacen desde el Servicio de Intervención y de la Vicepresidencia Económica de la Diputación del artículo 3 del decreto que publicó ayer el Gobieno central para atender a estas urgencias por parte de ayuntamientos y diputaciones.
Queremos ver si el superávit nos puede permitir tener un margen económico que podamos poner al servicio de los ayuntamientos con la mayor rapidez. No se trata solo de tenerlo y que nos lo autoricen, sino también de que podamos ser ágiles a la hora de implementarlo y ponerlo a su disposición.
Hay que tener en cuenta que he suspendido la Junta de Gobierno de la Diputación, en el sentido de que Presidencia puede atribuirse todos los poderes porque no nos podemos reunir. Sí es cierto que estamos haciendo comisiones, con la presencia de diputados del grupo socialista y del popular desde sus domicilios. Y tenemos un inconveniente que estamos viendo cómo resolvemos, que es la celebración del pleno, que debería ser el último viernes del mes de marzo. En principio, la ley no nos permite hacerlo por videoconferencia, pero hay algún margen en la Ley de Bases de Régimen Local para que en situaciones de emergencia algunas de las competencias importantes del pleno las pudiera asumir el presidente. Lo veremos cuando pasen estos días de alerta, si continuamos o no, y decidiremos en consecuencia.
P.- Entiendo que está manteniendo conversaciones constantes con el presidente del Ejecutivo de Castilla-La Mancha y otros líderes regionales y nacionales. ¿Hacia dónde vamos, qué ambiente percibe en todos ellos?
R.- Lo que percibo es que no va a ser suficiente con estos catorce días de estado de alerta y confinamiento de familias en los hogares, sino que probablemente debamos ampliar este periodo. Por otro lado, la percepción generalizada, por mis conversaciones, es que la región está funcionando, que se están dando respuestas. Es verdad que no con la inmediatez que sería, tal vez, necesario, pero esto es un reto colosal , algo que no podíamos pensar ni en nuestros peores sueños que se podía producir. Si hacemos un recorrido por el cine hay pocas películas que reflejen esta situación y a las que hay nunca les dimos veracidad, pensábamos que pertenecían a la ciencia ficción. Ciertamente, el reto es tan grande que no resulta sencillo poder prever con seguridad cuál es la salida y cuándo se va a producir. En cualquier caso, todos tenemos que adaptarnos a esta situación y tratar de vivirla lo mejor posible.
P.- En relación precisamente a esto, usted vive en casa con su pareja, la eurodiputada Cristina Maestre. ¿Cómo se organizan en casa con su pequeño y las tareas escolares?
R.- Estamos organizados. Por la mañana trabajo yo, porque es cuando las Administraciones están en funcionamiento, y Cristina se encarga de que el niño siga adelante con sus obligaciones escolares. Y, por las tardes, ella aprovecha para desarrollar su actividad parlamentaria, revisar sus correos y estar en contacto con Bruselas, con sus asistentes, que siguen allí, y con todo el equipo del Parlamento, con el que ella trabaja habitualmente. Pero, ciertamente, esta es una situación complicada, desde el punto de vista familiar. Mi madre tiene 93 años y un día a la semana, por las tardes, me acerco a estar con ella para atenderla, como el resto de mis hermanos. No es nada distinto de lo que están haciendo el resto de familias, que están realizando un enorme esfuerzo porque están dejando una parte de sus relaciones y obligaciones a un lado para centrarse en sacar adelante las casas y a los más vulnerables, que son los mayores.
P.- ¿Qué mensaje le gustaría transmitir, en este momento, a los ciudadanos de esta provincia?
R.- Confianza, aunque resulte difícil, y esperanza en que lo vamos a superar. También tengo el deseo de que estemos unidos, al margen de ideologías, orígenes, profesiones… Esto es una batalla por la vida que estamos librando todos, con independencia de nuestra situación económica, formación, etc. Y tenemos que darla juntos e intentar pasar estos días con la mayor dignidad posible y tratar, cuando salgamos de esta crisis, de recuperar una sociedad que ha avanzado mucho y ha alcanzado muchos derechos que ahora mismo están interrumpidos.
Creo que debemos tener confianza en las autoridades sanitarias. Y agradezco a la oposición, al Partido Popular y a su presidente en Diputación, Leopoldo Sierra, su actitud y colaboración. Creo que, en todos los pueblos, alcaldes y alcaldesas están percibiendo el apoyo de la oposición, un síntoma de que somos, pese a las dificultades, una sociedad madura y desarrollada que sabe que, por encima de la política, está la vida, los hombres y las mujeres; los vecinos y las vecinas que somos.
P.- Y, para terminar, ¿qué le gustaría que recordásemos todos de este tiempo en el futuro, especialmente los más pequeños, que lo están viviendo todo esto casi como una película?
R.- Que lo hemos superado juntos, que lo conseguimos, aunque fue muy duro y, desde luego, que hubo sangre, sudor y lágrimas, pero que con la unión lo logramos. Ojalá que no vuelva a haber una crisis de esta magnitud, pero para afrontar los retos de cada día ésta puede ser una buena lección: que desde la unión, la solidaridad y, desde el afecto, aunque sea en la distancia, esta tierra y este país pueden salir adelante.