Caja Rural de Castilla-La Mancha obtuvo al cierre del ejercicio 2016 un resultado bruto de 25,4 millones de euros –21 millones después de impuestos–, lo que supone una leve subida del 0,86% con respecto a los beneficios del año anterior, y con unos activos superiores a 7.100 millones de euros. Además, ha conseguido un margen neto de 44,3 millones de euros, un 16,16% más; cifra que se eleva a 111,9 millones en el caso del margen bruto.
El director general de la entidad, Víctor Manuel Martín, ha ofrecido en rueda de prensa estos datos, poniendo el acento en una «solvencia acreditada» de 413 millones de euros de recursos propios, un 14,24% más; con un ratio de capital del 16,92%, más del doble de lo exigido por el Banco de España, datos que a su juicio representan «solidez, solvencia y tranquilidad».
Con un ratio de morosidad del 3,16% –seis puntos básicos por debajo de la media– y un ratio de cobertura del 100,8%, Martín ha valorado que el resultado de explotación revela que Caja Rural «sigue echando paladas de dinero a sus reservas y colchones para tener cobertura en situaciones no esperadas».
SE SIGUE PRESTANDO DINERO
Ha puesto el acento en otros datos como la calificación BBB consolidada por Fitch, o el hecho de que se hayan concedido 15.304 operaciones financieras a clientes, un 10,83%, elevando la cuantía total a 877 millones prestados, un 9,8% más. «Esto significa que estamos invirtiendo y que seguiremos prestando».
Este «compromiso crediticio» ha llegado igualmente a las empresas, que han recibido 842 millones de euros, un 18,11% más que en 2016.
Los clientes de Caja Rural suman más de 5.000 millones de euros de recursos y en 2016 han llegado a Caja Rural 33.525 nuevos, «lo que supone 92 clientes nuevos cada día».
«Todo esto nos lleva a independencia en la gestión, a tener soberanía institucional y a tener autonomía en nuestras decisiones. Nuestra entidad es de sus socios, 75.000, que son dueños de esta Caja. A ellos nos debemos, y a nuestros clientes, y a nuestros empleados», ha celebrado.
En total, son más de 1.000 profesionales los que desempeñan su labor en Caja Rural Castilla-La Mancha a través de 373 puntos de venta. «Creamos empleo, damos oportunidades y somos 'nacionalistas' a la hora de apostar por nuestra tierra», ha considerado.
«SE AFIANZA EL PROYECTO»
Por su parte, el presidente de la entidad, Javier López Martín, que ha comparecido por primera vez en el cargo para dar cuenta de unos resultados anuales, ha puesto de manifiesto que en el seno de la entidad se sienten «orgullosos» de estos datos, «que afianzan el proyecto de expansión y hacen afrontar el futuro con optimismo».
«Esto no podría ser sin esta plantilla, que combina compromiso y trabajo por la confianza de nuestros clientes. Vayan nuestras palabras de felicitación para el equipo directivo, que gestiona cada departamento con nivel», ha manifestado, asegurando que desde Caja Rural seguirán trabajando «por los clientes».
Martín ha confiado en que Caja Rural siga siendo «referencia» no solo en Castilla-La Mancha y que su presencia en lugares como Madrid y Ávila siga consolidándose.
EL PROCESO DE EXPANSIÓN, «TERMINADO»
Víctor Manuel Martín ha recordado que el plan de expansión de la Caja ya ha terminado, pero no ha descartado que haya nuevas aperturas no solo en la región, sino en Madrid y Ávila.
En todo caso, serán «detalles pequeños» que pasan por apuntalar la «presencia física» en los pequeños pueblos, lo que en su opinión demuestra «el compromiso social de la entidad».
El mundo digital, otro de los retos, será otro de los puntales en cuanto a la acción de la Caja, con datos que elevan al 30% de usuarios los que utilizan ya la banca digital que ofrece Caja Rural.