Belén Rodríguez
Ciudad Real
Cooperación Alternativa Manchega (Calma) enviará la semana que viene a Colombia 2.000 euros recogidos en los últimos días en Ciudad Real y Miguelturra, para contribuir a la compra de una planta eléctrica de energía solar, que permita a los damnificados de Mocoa disponer de electricidad.
Esta es una de las primeras acciones para ayudar a los afectados por las inundaciones del primero de abril en la capital del departamento colombiano de Putumayo, un destino de cooperación habitual de esta ONG.
Calma, que está constituida también en Colombia y colabora allí con las Hermanas de la Paz (congregación misionera) ya ha tenido una primera intervención humanitaria tras la avalancha: “Nuestros responsables en Mocoa están reubicando a los supervivientes en viviendas de otros que no han sido afectadas, en recintos y parroquias”, explica Valentín Bastante, presidente de Calma.
Desde el primer momento están movilizados in situ. Las primeras ayudas, ropa, útiles domésticos, alimentos básicos en la dieta colombiana (arroz, harina, aceite, cereales y frutas), colchones, etc, los han mandado por carretera. En camiones de productos agrícolas que hacen portes hasta Bogotá y vuelven a la zona del Putumayo a por más mercancía, “como cuando regresan van de vacío metemos la ayuda de forma gratuita en ellos”, señala Bastante.
La ONG manchega tiene como responsable en Bogotá al sacerdote Julio Roca “muy conocido por su labor humanitaria y pastoral”.
Ante la dimensión de la catástrofe, se han puesto en marcha de forma inmediata “con nuestro plan de respuesta a la emergencia a través del envío a nuestra contraparte de la mayor cantidad de dinero posible para la compra de todo lo que se necesite”, explica el presidente.
Ayudas de asociaciones de la provincia
Desde que se movilizaron, en los primeros días de la semana pasada, la ONG ha recaudado unos dos mil quinientos euros, sobre todo de grupos: voluntarios de Cáritas de Miguelturra, sanitarios de la Hospitalidad de Lourdes, Asociación Castellano-Manchega de Antropólogos, Asociación Manchega de Árbitros y socios y colaboradores a título particular.
Además han presentado el proyecto a las subvenciones de emergencia que convocan los ayuntamientos de Ciudad Real y Miguelturra (están a la espera de respuesta).
La cantidad recaudada será para colaborar en las labores de auxilio de los desplazados por esta última catástrofe, para atender las primeras necesidades, “según se desarrollen los acontecimientos veremos otras posibles intervenciones ya que hemos estado en esa zona en bastantes momentos”, explica Bastante.
Zona pobre y castigada
La zona Amazónica de Putumayo, en Colombia, se localizada entre grandes ríos que desembocan en el Amazonas. Según explican desde Cooperación Alternativa Manchega en los últimos años esa comarca ha sido gravemente “azotada y violentada a todos los niveles, económico, político y social”: saqueo de madera, involucrada en cultivos ilícitos (hoja de coca) que controlan los narcotraficantes y con un elevado índice de población desplazada por la guerra entre las FARC y el Estado. “La cultura de la muerte se ha impuesto, desatendiendo la cultura de la paz”, asegura Bastante.
A todo esto hay que añadir que la región del Putumayo es con frecuencia castigada por fenómenos naturales de inundación (entre los meses de julio y octubre), que en este mes de abril ha tenido una incidencia devastadora.
La cuenta que Calma publicita con regularidad para captar donativos está en el BBVA: ES 21 0182 0390 5002 0164 5996.