¿Cómo es posible que personas que están trabajando y ganando un sueldo vivan tirados en el campo o en una nave, en condiciones insalubres? Cáritas Diocesana de Ciudad Real se hace esta pregunta y eleva el tono de la denuncia este verano por las condiciones “infrahumanas y miserables”, dicen, que están soportando muchos temporeros de las campañas agrícolas 2018.
“Lo que denunciamos no es nuevo, pero sí hemos notado que este verano se ha hecho más visible la proliferación de asentamientos en casas abandonadas o personas durmiendo a la intemperie”, explica María Dolores Olmedo, responsable de la campaña de temporeros de la ONG en la provincia desde el año 2010.
Durmiendo en el coche
Reconoce que desde esa fecha ha habido mejoría en relación con la vendimia, “otra cosa son campañas más cortas o intermitentes”, alerta. Lo que no ha cesado son las escenas de personas viviendo en casas abandonadas o durmiendo en el coche durante semanas para ir a trabajar al campo en La Mancha.
A un mes para que se generalice la vendimia esta sección de Cáritas ha detectado graves situaciones de abuso en la zona de Tomelloso y Argamasilla de Alba, con jornaleros empleados ahora en otras campañas agrícolas (ajo, cebolla, melón) de poblaciones vecinas que se cobijan como pueden, sin opciones para asearse o descansar, tras extenuantes jornadas laborales a pleno sol.
Cáritas describe en un comunicado “un escenario de abusos, explotación, miseria y exclusión intolerable”.
Alojamiento incluido en el convenio del campo
Para acabar con esto la ONG reclama que el convenio del campo incluya que el empleador aloje a sus temporeros, una de las vías por las que se cuelan los abusos, “muchos no pueden acceder a alojamientos dignos por falta de ingresos por lo que se da pie a que otras personas se aprovechen y se enriquezcan alquilando casas, naves o locales en los que hacinan a los trabajadores, con precios abusivos, y sin condiciones de higiene”.
Olmedo va más allá y vuelve a pedir más implicación de las administraciones y de la Inspección de Trabajo. “Esto sólo se puede resolver con el diálogo y el trabajo conjunto de muchas instituciones, no sólo de las localidades implicadas”.
Abusos de mafias e intermediarios
Al problema del alojamiento se suman abusos relativos a jornadas de trabajo de hasta trece horas, jornales por debajo de lo establecido aun teniendo contrato de trabajo, y abusos de mafias e intermediarios que se quedan con parte del salario del trabajador, bajo amenazas o retención de documentación.