En el centro de la provincia, junto a la capital, Carrión de Calatrava se presenta como lugar de nacimiento de la Orden de Calatrava, la primera orden militar netamente hispánica, constituida en 1158 para la defensa de los territorios cristianos frente a la amenaza almohade.
Al norte de su término municipal, a unos siete kilómetros, se encuentra la antigua fortificación de Calatrava la Vieja, una de las más antiguas ciudades islámicas de la Península, citada ya en tiempos de Abderramán I, en el 785, que alcanzó un gran esplendor en el s. IX al convertirse en capital de una amplia región musulmana. Fiel a sus orígenes, aprovechó el río Guadiana para constituir un sistema defensivo hidráulico.
En el s. XII la ciudad pasaría a manos cristianas, fundándose en ella la Orden de Calatrava, constituida por monjes guerreros y fundada por Raimundo de Fitero. Ellos serían los únicos en mantener una fortaleza en manos cristianas tras la derrota de la Batalla de Alarcos, el castillo de Salvatierra. Después contribuirían a la victoria de las Navas de Tolosa, jugando un papel fundamental en la Reconquista, y llegando a constituir una de las órdenes más poderosas por su capacidad económica y militar.
Tras la Batalla de las Navas de Tolosa, Calatrava inició su decadencia, trasladándose la sede de la orden en 1217 al castillo de Dueñas, refortificado al efecto y rebautizado como Calatrava la Nueva. La antigua Calatrava, conocida desde entonces como Calatrava la Vieja, quedó como cabeza de una encomienda más de la Orden. En la primera década del siglo XV, la sede de la encomienda de Calatrava fue trasladada a Carrioncillo, hoy Carrión de Calatrava.
El yacimiento de Calatrava La Vieja es completamente visitable, pudiendo recorrer el visitante una ciudad islámica cuyo más importante sistema defensivo fue el cauce del río, de mucho mayor caudal en el medievo, que convertía el lugar en una verdadera isla entre las aguas. A la muralla la rodean cuarenta y cuatro torres, y las singulares corachas, ideadas para abastecer de agua la ciudad si era cercada. El propio asentamiento se divide en dos zonas, separadas por una gran muralla: el alcázar y la medina, quedando en el exterior los arrabales.
Otros lugares que visitar
Es muy recomendable visitar también el Santuario de la Virgen de la Encarnación, ubicado junto al yacimiento arqueológico de Calatrava la Vieja. Impresionante lugar, cargado de historia y leyenda, donde podremos descubrir las excavaciones de las diferentes estructuras y el origen de la Orden de Calatrava.
Cerca del yacimiento, en el paraje de La Dehesa, se localizan los Baños de los Hervideros, recientemente restaurados. Sus aguas son mineromedicinales, habiendo servido para los cuidados de las enfermedades de la piel.
En el centro del pueblo, la Iglesia de Santiago Apóstol, de finales del siglo XV y principios del XVI; el Torreón, que alberga sala de exposiciones y actividades culturales, y callejeando veremos diversas casas tradicionales.