La ganadería de Víctor y Marín, como ya hemos dado cuenta en numerosas ocasiones en las páginas taurinas de Lanza, es la vacada de toros de lidia de mayor antigüedad de la provincia; concretamente su creación se remonta al año 1933. Ya ha llovido desde entonces. Pero sigue en la brecha, con José Luis Marín y Felipe Lasanta al frente de la misma, y con el mayoral Ignacio Sánchez al pie del cañón.
El pasado año esta ganadería de Fernán Caballero lidió una excelente novillada de erales en Carrión de Calatrava, con la peculiaridad de lidiarse todos los ejemplares de pelo jabonero. Ante el buen resultado este año la empresa organizadora ha optado por repetir fórmula, en esta ocasión anunciando al matador de toros Damián Castaño, al novillero de Almadenejos Emilio Bresó, y a los becerristas José Ponce y Aaron Infantes, en un festival sin picadores que tendrá lugar el lunes 2 de abril en Carrión.
Pero en los cerrados de Pinos Bajos hay más novillos listos para ser lidiados, entre los que destaca un lote de once utreros, algunos de los cuales lucen ya un lustre notable, y gran seriedad en cuanto a pitones, como en el caso de un ejemplar de pelo negro zaíno que aparece en una de las fotografías que acompañan este texto.