El último censo coordinado por SEO/BirdLife, revela que España cuenta con 346 parejas de cigüeña negra y otras 40 probables, según ha explicado José Manuel Hernández, uno de los autores del censo, quien ha señalado que para su realización, en Castilla-La Mancha se ha contado con los datos aportados por la Dirección General de Política Forestal y Espacios Naturales.
Hernández ha indicado que España tiene gran importancia regional para la supervivencia de la especie al proporcionar lugares de reproducción, invernada y puntos de reposo durante su migración a África.
También ha apuntado que en la actualidad la especie cría actualmente en cinco comunidades autónomas, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid.
La especie, en Castilla-La Mancha se distribuye durante la época reproductora en las provincias de Ciudad Real y Toledo, mayoritariamente en el sector occidental de ambas, muy ligada a los cursos fluviales más importantes de las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana principalmente, pero también a la del río Guadalquivir en el sector más meridional de Ciudad Real.
Casi dos tercios de los efectivos se encuentran en Ciudad Real en contacto con la población del norte de Andalucía y Extremadura.
La primera estima de la población de cigüeña negra en Castilla-La Mancha se efectuó en el marco de la primera compilación de datos de reproducción de la especie en España en el año 1987.
Entonces se identificaron 13 parejas seguras y cinco probables en la comunidad castellanomanchega.
Durante la temporada de 2015, parece que alguna pareja intentó la reproducción en la provincia de Guadalajara, sin embargo, hasta la fecha no se ha podido constatar su cría efectiva ni en ésta ni en ninguna otra de las provincias de la región.
A su vez, en 2017 se localizaron 29 parejas seguras y ocho probables, ha indicado Hernández, que ha destacado que el censo del pasado año “es una herramienta extremadamente valiosa para la conservación de la especie, así como una buena base para establecer un adecuado protocolo para el seguimiento de su población reproductora de forma estandarizada y coordinada”.
El censo de 2017 muestra que dos de las comunidades autónomas, Extremadura, con casi el 50 %, y Andalucía con más del 25 %, albergan casi tres cuartas partes de la población reproductora española (388 parejas), lo que las confirma como un centro de dispersión de la población española de cigüeña negra.
La cifra, comparada con los resultados de censos anteriores, también pone de manifiesto que en estas dos regiones la tendencia poblacional es estable o positiva a largo plazo, mientras que en la periferia del área de reproducción nacional de la especie, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid, la tendencia de la población es negativa.
En Castilla-La Mancha se registra un continuo crecimiento desde la década de 1990 y finales de la década del 2010, con una ligera caída de efectivos entre 2003 y 2007, pero también a partir de principio de la década de 2010 se registra un continuo declive hasta la actualidad.
Esta población supone casi el 10 % del total estatal, pero tiene una gran importancia por estar situada en el límite este del área de distribución y, por tanto, es una de las más sensibles a variaciones poblacionales del conjunto de la población española, ha advertido el ornitólogo.
En este sentido, ha señalado que cobra una especial importancia porque esta región se podría considerar como potencial colonizadora de nuevas áreas hacia el este peninsular.
Por ello, entiende que es importante que ante la “fragilidad” que presenta esta especie en el conjunto nacional, se adopten medidas de conservación que pueden influir positivamente en la recuperación de sus poblaciones.
Y ha comentado que evitar alguna de las amenazas que tiene la especie, como el impacto sobre su hábitat, la corrección de tendidos eléctricos o la regulación de determinadas actividades forestales, pueden ayudar a asegurar sus poblaciones en el futuro.