El pistón del turismo no baja en Castilla-La Mancha, comunidad que tras un buen verano confía cerrar el año con datos de récord, incluso mejores que los de 2017, por ahora el techo histórico del turismo en España.
“En julio crecimos un 4% en pernoctaciones hoteleras [en el global de España han bajado un 2%] , en turismo rural un 10% e incluso un 3% en otro tipo de alojamientos como campings. Agosto no ha ido mal, con la salvedad de que no están los datos”, remarca la directora general de Turismo Isabel Fernández.
La directora general lo tiene claro: “Si sigue esta tendencia ahora que viene una época muy buena para nosotros como es el otoño, confiamos en superar nuestro récord de visitantes, como el año pasado”. Y no hace excepciones por provincias. A Ciudad Real también le está yendo muy bien, este año ha habido un tímido retroceso en turismo rural pero no en pernoctaciones en las que la provincia sigue creciendo.
Ciudad Real, el segundo destino regional
Fuera complejos. Ciudad Real es el segundo destino turístico de Castilla-La Mancha, por detrás de Toledo, con unos excelentes datos de recuperación del sector en los últimos tres años. “En esta legislatura el turismo en la provincia ha crecido un 25% con respecto a la anterior, con un crecimiento neto de 400.000 pernoctaciones”.
Fernández saca pecho de su gestión y atribuye estos buenos resultados “tras el desastre anterior”, apostilla, a la promoción. “En cuanto un destino deja de hacer promoción y de estar en los sitios en los que se hace tiende a perder viajeros”.
Castilla-La Mancha, la quinta comunidad en turismo rural en cuota de mercado “por delante de destinos como Asturias o Cantabria”, cuenta con la ventaja de ser “un destino fácil, accesible”, en un panorama en el que el sol y playa no es el único hábito turístico. Cada vez se viaja más y se hacen escapadas más cortas, y el Gobierno regional ha dado pasos “para volver a ser visibles”.
Un trienio excepcional
El interés turístico por esta comunidad autónoma está en ascenso desde 2016, en consonancia con la recuperación del mercado nacional. Ese año se contabilizaron 2,5 millones de viajeros que hicieron 4,7 millones de pernoctaciones, lo que supuso una subida del 10% .
El reto: 5 millones de pernoctaciones
2017, en el que España pulverizó su mejor marca histórica, fue todavía mejor con casi 2,7 millones de viajeros y 4,9 millones de pernoctaciones, un 4% más que el año anterior. Y en este 2018 en el que pincharan muchos destinos ya se ha contabilizado un crecimiento del 3%, “nunca hemos superado los cinco millones de pernoctaciones”, ese es nuestro reto.