En la región hay unas 400 escuelas infantiles en las que trabajan cerca de 3.000 personas, casi todas mujeres y la mayoría a tiempo parcial; características que, junto a los bajos salarios, definen también en el resto de España a un sector en el que los centros de trabajo suelen ser muy pequeños, pocas veces superan la media docena de personas en plantilla, ha informado CCOO en nota de prensa.
«Tras años de ajustes, congelaciones salariales y pérdidas de poder adquisitivo, una Educadora a jornada completa tiene fijado en la actualidad un salario de menos de 900 euros brutos al mes, por debajo del SMI. Peor aún lo tienen otras categorías como Auxiliares o Cocineras que no llegan ni de lejos a los 900. Y después de casi dos años negociando el convenio colectivo del sector sin prácticamente avances, las organizaciones patronales han de sentarse a negociar en serio», señala el responsable regional del Sector Privado de CCOO-Enseñanza, Antonio Romero.
Según indica, el sindicato ha trasladado a la Mesa Negociadora propuestas de mejora de las condiciones laborales y la recuperación del poder adquisitivo, «pero nuestras demandas no han tenido respuesta de las patronales que, de manera sistemática, se han negado y rechazado todos nuestros planteamientos».
Pretensión de la patronal
«La pretensión patronal de fijar la retribución de las educadoras infantiles en torno a los 900 euros mensuales, o de que las maestras aumenten su jornada laboral, es indignante, vergonzosa y muestra su más absoluto ninguneo a la encomiable labor de estos colectivos. La educación en la etapa más temprana deja de ser una prioridad para convertirse en un negocio cuya única preocupación es la rentabilidad económica», subraya Romero.
Ante este escenario de parálisis, CCOO ha iniciado este sábado en diversas ciudades de España una campaña de concentraciones de las trabajadoras y los trabajadores de las escuelas infantiles «en defensa de unas condiciones laborales dignas del siglo XXI».
El sindicato no descarta intensificar las movilizaciones y extenderlas a las escuelas infantiles de todo el país, por pequeñas que sean; además de hacer un llamamiento a las familias «para que se sumen de manera activa a la dignificación de un primer ciclo educativo que constituye la base inicial del aprendizaje de los niños y las niñas de nuestra sociedad, clave para un sistema educativo de calidad en igualdad.»