CCOO reclamó ayer a los Gobiernos central y autonómico que garanticen el mantenimiento de todos los puestos de trabajo de los 80 trabajadores que trabajan en la extinción de incendios forestales en los parques nacionales de Cabañeros y las Tablas de Daimiel.
En un comunicado, asegura que realiza la petición ante la intención del Organismo Autónomo Parques Nacionales de realizar la transferencia de la gestión de los parques nacionales de Castilla-La Mancha a la comunidad autónoma.
Este proceso de transferencia, ha indicado, puede poner en peligro el puesto de trabajo de los 80 trabajadores que forman parte de los retenes de incendios forestales y que actualmente trabajan en estos dos parques nacionales y en la finca Quintos de Mora (Toledo).
El sindicato ha reclamado que para conocer con más detalle las intenciones del Gobierno, han pedido reunirse «a la mayor brevedad posible» con el Delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, «para que aclare en qué situación se encuentra el proceso de transferencia del Estado a la Junta». «En el caso de que se produzca la transferencia queremos conocer el modo en que se hará, las fases del proceso y cómo puede afectar a los trabajadores que se ocupan de la prevención y extinción de incendios forestales en estos espacios», ha señalado la secretaria general de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO, Remedios Toboso. En la actualidad, el Estado tiene adjudicadas estas tareas a la empresa pública Tragsa, que cuenta para realizarlas con cerca de 80 trabajadores fijos discontinuos, cuyos contratos son de seis meses anuales y concluyen el próximo 31.
Las informaciones sobre el posible traspaso están llenando de incertidumbre a los trabajadores, “ahora no saben se kis volverán a llamar”.