Más de 130 científicos de toda España han pedido en una carta enviada al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) del Gobierno de España que apoye el cese total y sin excepciones del uso del plomo en la caza.
En la carta, instan al Ministerio a no aplicar moratorias ni excepciones al borrador de la restricción propuesta por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) sobre el uso de plomo en la munición de caza y en la pesca.
Los científicos recuerdan en su escrito que el plomo es uno de los metales tóxicos con un mayor impacto en la salud de las personas, los animales y el medio ambiente en general, y que debido al amplio conocimiento que existe sobre su toxicidad desde la antigüedad y a que se ha reconocido que no existe un nivel seguro de exposición, el uso de plomo en numerosas aplicaciones ha sido eliminado y sustituido por otros materiales menos peligrosos.
Sin embargo, algunos de estos usos que todavía persisten son la munición en forma de perdigones y balas del plomo usados en caza y tiro deportivo y los pesos usados en la pesca.
Los científicos señalan que Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) elaboró en febrero de 2025 un informe que ha dado paso a una propuesta de restricción a nivel de la Unión Europea sobre el uso del plomo, pero varios países, incluida España, han presentado alegaciones para modificarlo.
Concretamente, el MAPA ha alegado que los plazos que establecía el borrador para el uso de plomo en la munición de caza eran demasiado cortos para permitir la adaptación de productores de munición y sus usuarios a la restricción, por lo que ha solicitado una extensión de entre 5 y 10 años del periodo para su implementación total.
No hay motivos para que la adaptación supere los cinco años
Aunque es razonable que deba existir un periodo de adaptación, los investigadores consideran «que no hay motivos para sea superior a 5 años, debido a que ya existen en el mercado alterna vas seguras y efectivas que están siendo usadas por cazadores de todo el mundo, incluida España».
Los científicos firmantes de la carta consideran que la segunda alegación del MAPA es «más preocupante y menos razonable», dado que el MAPA la justifica en que debido a la sobreabundancia de jabalí y los riesgos sanitarios que ello conlleva, pide que el control poblacional siga llevándose a cabo con munición de plomo, por motivos de disponibilidad, precio y seguridad.
Dichos motivos, en opinión de la comunidad científica, no están justificados «si para la caza deportiva se va a usar esta munición alternativa sin plomo».
Por otro lado, han señalado la coexistencia en el mercado de las dos municiones, con plomo y sin plomo, puede dificultar enormemente la implementación de la restricción.
Los científicos han recordado que la munición de plomo usada en medio terrestre representa un problema sanitario para los consumidores frecuentes de carne de caza, por no hablar de la incongruencia de que se establezcan niveles máximos de plomo en determinados alimentos de consumo poco frecuente y no percibir que la carne de caza, consumida con frecuencia por cazadores y familiares, supera frecuentemente dichos niveles debido a la contaminación generada por el disparo.
La carta dirigida al MAPA, que también ha sido compartida con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), ha sido elaborada por los doctores Rafael Mateo, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC); Mónica Martínez-Haro, investigadora del Grupo de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM); y José A. Donázar, investigador de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).