A la crisis sanitaria del coronavirus puede sumarse el próximo otoño una situación de sequía meteorológica e hidrológica en buena parte de la provincia de Ciudad Real, que por ahora se intuye.
Desde el 1 de octubre se han recogido 318,6 litros de lluvia por metro cuadrado en Ciudad Real, en vez de los 339 regulares, un 10 por ciento menos, que sería poca diferencia si no fuera por la mala situación de partida: el año pasado llovió un 20%. menos. Dato al que sumar los comportamientos nefastos de las lluvias desde 2014, con la excepción del final del invierno y la primavera de 2018.
Ni dos años hidrológicos consecutivos normales
Ciudad Real apenas encadena dos años hidrológicos normales en esta década y el resultado es que las precipitaciones de primavera solo han servido para permitir que el embalse de Torre de Abraham, con 27 hectómetros cúbicos, esté en condiciones de derivar agua para el Gasset (se acaba de pedir un nuevo trasvase), y que no haya riesgo de desabastecimiento en la comarca de Ciudad Real.
La Vega del Jabalón no tiene agua para el verano
Peor lo pueden pasar los habitantes de Almagro, Bolaños y otras poblaciones del Campo de Calatrava, que no podrán abastecerse del pantano de la Vega del Jabalón (2,9 hm3), el peor en reservas, y tendrán que tirar de agua de pozos de emergencia, que se preparan para entrar en servicio (los ayuntamientos están en ello y la Confederación lo ha autorizado).
Para los que no será un verano normal es para los regantes de Torre de Abraham, el Gasset, El Vicario, y el resto de embalses del Guadiana a excepción del pantano de Peñarroya, en Argamasilla de Alba (el único que está prácticamente lleno).
Regadío de emergencia a cultivos permanentes
Con las reservas 29%, esto es 115 hectómetros cúbicos de agua embalsada, diez puntos por debajo del año pasado por estas fechas, la CHG solo ha autorizado el regadío de emergencia en estas comarcas para cultivos permanentes, nada de maíz ni hortícolas.
Recortes para regar con aguas subterráneas
Tampoco será un buen verano para los agricultores que dependen de aguas subterráneas. Las lluvias de marzo y abril les han ahorrado los primeros riegos, pero este verano tendrán que afrontar una campaña con más recortes de las limitaciones habituales por tratarse de masas de agua sobreexplotadas.
Noviembre, diciembre y marzo, los más lluviosos
El comportamiento de las lluvias en el año hidrológico no ha sido malo, a excepción de febrero: solo cayeron 1,7 litros por metro cuadrado. En el resto de meses este es el balance del observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología: 27 litros en octubre, 65,7 en noviembre, 54,9 en diciembre, 23,3 en enero, 63,2 en marzo, 50,7 en abril y 32,1 en mayo.
Destaca el mes de marzo que el año pasado fue seco y este ha doblado la media de precipitaciones del periodo de referencia, según datos del observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología en Ciudad Real.