El Ayuntamiento de Ciudad Real avanzará este lunes en la tramitación de la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), cuyo proyecto pasará por la Junta de Gobierno Local antes de abrir el plazo de alegaciones. Así lo confirmó el concejal de Seguridad y Movilidad, Miguel Hervás, a preguntas de los periodistas durante la presentación de los nuevos autobuses urbanos.
Hervás explicó que los grupos municipales de la oposición ya disponen del borrador y sus anexos para su estudio, y que se ha puesto personalmente en contacto con ellos para facilitar el diálogo. “Nuestro afán es sacar adelante esta ordenanza, por eso estamos abiertos a negociar cualquier matiz o propuesta que quieran incorporar”, señaló el edil.
Tras su aprobación inicial por la Junta de Gobierno, se abrirá un periodo de diez días para presentar alegaciones, antes de que el texto llegue al Pleno municipal, que deberá ratificarlo antes del 31 de diciembre. En caso contrario, el Ayuntamiento podría verse obligado a devolver más de dos millones de euros de fondos europeos recibidos para la implantación de la ZBE.
Mucho debate entre los partidos políticos
El debate político en torno a la ordenanza se mantiene abierto. En el último pleno, PSOE y Ciudadanos se abstuvieron para permitir la aprobación del Plan Municipal de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), pese a que el PP gobierna en minoría desde la ruptura del pacto con Vox.
Los socialistas vincularon esa abstención a su voluntad de negociar mejoras en la ordenanza, entre ellas un protocolo frente a picos de contaminación, la reubicación de plazas de aparcamiento eliminadas por la peatonalización y prioridad para residentes, carga y descarga y personas con movilidad reducida, además de un calendario claro de implantación.
