Las placas solares se extienden por los tejados de las ciudades manchegas al albor de un nuevo sistema de generación energética distribuida que potencia el autoconsumo. Atrás quedó el conocido como “impuesto al sol”: los ciudarrealeños están decididos a aprovechar los ahorros en la tarifa de la luz que ofrece esta nueva tecnología.
No es una nimiedad, pues pueden frenar el impacto de subidas en el precio de la luz como las del pasado fin de semana, cuando la nieve y el frío de la borrasca Filomena hicieron estragos. De hecho, son precisamente las energías renovables las que contribuyen a rebajar el precio de la luz con su creciente participación en el mix energético.
El responsable del departamento técnico de Dielectro, el principal distribuidor de suministros eléctricos a profesionales en Castilla-La Mancha y uno de los principales vendedores de placas solares, marca las claves de esta nueva fórmula de generación de energía que “ha venido para quedarse”. El nuevo mix energético habla de aerotermia, coches eléctricos y energía fotovoltaica.
Ni la pandemia ni la crisis económica producida por el Covid-19 han dado al traste con el “boom” por la fotovoltaica. Eugenio Velasco confirma “un crecimiento rápido y sostenido” en la venta de placas solares en los últimos tres años. Pese al coronavirus, en 2020 la empresa superó “la potencia vendida en el año anterior a través de suministros”.
En los últimos años han sido continuas las noticias sobre la instalación de plantas fotovoltaicas en el campo manchego, pero esta energía también ha llegado a las pymes y a los hogares. Las placas solares ya no son cosa de alemanes o franceses, sino que cada vez son más habituales en polígonos industriales y en barrios de unifamiliares.
La demanda es creciente y en Dielectro afirman que “vamos a ver muchos tejados con placas en los próximos años”. En esta empresa fundada en 1962 en Ciudad Real saben de lo que hablan, pues tienen 13 delegaciones por toda Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana, y además están en contacto directo con los instaladores, a los que ofrecen formación, asesoramiento y ayudan a dimensionar cada proyecto.
Energía fotovoltaica en el hogar
El ahorro energético y el autoconsumo son los que impulsan la “transición energética”. Al mismo tiempo que han aumentado las subvenciones de la administración para su instalación, los ciudarrealeños “han perdido el miedo a las energías renovables” después de años de parón.
En este país imitamos lo que hace el vecino, funciona el “boca a boca”, por lo que han empezado a extenderse en el ámbito doméstico. Hay que tener en cuenta que con esta tecnología, según apunta Eugenio Velasco, “se pueden conseguir ahorros en la factura de la luz de hasta el 50 por ciento”.
Una instalación de autoconsumo en una pyme o en el hogar solo necesita unos módulos fotovoltaicos, un sistema de monitorización para saber el consumo en tiempo real, y un inversor de red -que convierte la corriente continua de las placas en la alterna de los domicilios-.
Según diferentes fuentes consultadas por este periódico, para una casa unifamiliar con cuatro habitaciones y habitada por cuatro personas, la recomendación es una instalación de 3 kilovatios siempre que no exista aerotermia, lo que supondrá una inversión de en torno a los 4.500 euros más IVA. Profesionales del sector aconsejan instalar 8 paneles, que ocuparán 18 metros cuadrados en el tejado, aunque cada caso tiene sus particularidades propias.
El ahorro y la amortización
Donde se ven los resultados de la energía solar es en la amortización. Eugenio Velasco confirma que la inversión es rentable a medio plazo y que en el mercado doméstico “se puede amortizar en 8 años”. Si una familia media gasta en luz “alrededor de 500 a 700 euros al año”, puede reducir a la mitad su factura.
Solo si existe aerotermia en la vivienda el ahorro bajaría a “entre un 30 y un 35 por ciento”. Ésta es la calefacción más eficiente, a pesar que implique subir la instalación fotovoltaica hasta los 5 o 6 kilovatios. Nada tiene que ver con la antigua calefacción por acumuladores, que gastaban hasta 4 veces más.
Hay que tener en cuenta que las instalaciones de placas solares conllevan dos ahorros. Por un lado, el directo, “porque generas la energía que consumes”, y por otro lado el indirecto, “porque ves el gasto y la generación de energía en tiempo real, lo que te permitirá ser más eficiente”.
A diferencia del vecino que ve los consumos en luz que tiene a mes vencido, el que opta por el autoconsumo aprende a localizar sus gastos y a reducirlos. En consecuencia toma mayor conciencia a la hora de apagar las luces cuando no son necesarias o cambiar electrodomésticos por otros más eficientes, por ejemplo, el frigorífico.
En los días nublados, las placas solares bajan su rendimiento, pero “al cabo del año las cuentas salen”. Al final, en invierno los clientes con placas tienen que hacer uso de la red, pero en verano llegan a tener facturas con precios ínfimos, “compensando excedentes, volcando a la red general los excedentes y haciendo bien la tarea”.
Esto no tiene nada que ver con la antigua ‘tarifa nocturna’, y ahora quien más consume de día obtiene mejores rendimientos. Con el autoconsumo las compañías eléctricas “no devuelven el dinero” por los excedentes, pero “la energía que consumes te puede llegar a salir gratis”.
Con respecto a la instalación, es sencilla para los domicilios. Solo hay que conectar las placas a la red interior y darse de alta ante la compañía distribuidora. Aquí es donde puede haber prolongación de los tiempos.
El perfil de los compradores
La conciencia ecológica domina entre los ciudarrealeños que han optado por las placas solares en sus domicilios, aunque de momento también su instalación está marcada por las posibilidades económicas, pues “hace falta cierto remanente para invertir”. En general el perfil es de “un nivel adquisitivo medio-alto”.
Ahora bien, Velasco insiste en que la tecnología es “muy accesible”, y no está reducida a unifamiliares y naves industriales. El experto destaca que “hablamos de una energía modular, muy escalable”, donde el consumidor “puede ir hasta donde llegue su bolsillo o su necesidad”.
En Dielectro destacan que “no se trata de un parque eólico, que supone una inversión de millones de euros, o una central nuclear, que implica miles de millones”. Con la fotovoltaica, el coste puede empezar desde un solo panel con una instalación pequeña de menos de 500 euros, y llegar hasta inversiones de millones de euros en ‘macroparques’.
En comunidades de vecinos, la instalación de placas eléctricas “no ha arrancado del todo”, pero Dielectro ha notado un aumento de consultas para el “autoconsumo colectivo”. “Las placas solares no solo son para casas unifamiliares, sino que también pueden colocarse en el tejado de la comunidad, y compartir los ahorros entre los vecinos que deseen aportar”, advierte.
Energías renovables en las empresas
La energía fotovoltaica también ha aparecido en el mundo empresarial y cada vez es más habitual a vista de pájaro en los polígonos industriales. Eugenio Velasco indica que “cualquier empresa con un consumo diurno importante es candidata”. Las ventajas no son desdeñables, pues la amortización en este caso baja a los 5 años.
Aunque no está en su mejor momento debido a las consecuencias de la pandemia, el canal horeca, de hoteles, restaurantes y cafeterías, es un firme candidato a aplicarlo, porque tienen “consumos a diario y de día y de noche”. También “todas las empresas relacionadas con el frío industrial, las cámaras de refrigeración o los secaderos”.
Hasta bien entrada la pandemia, el sector no empezó a notar la disminución de clientes del ámbito empresarial. Cuando circulen las vacunas y haya un horizonte claro, esperan que las inversiones se recuperen.
Cualquier empresa puede obtener importantes ahorros de cara a 20 o 25 años, que es el periodo que puede durar una instalación. Además, las ayudas para la modernización industrial que contemplan administraciones como la Junta pueden ser una perfecta fórmula para desarrollarlas.
Europa lleva ventaja
Países como Alemania, con grandes plantas en el este, descubrieron hace años las posibilidades del autoconsumo y hoy llevan ventaja a España. “Hace dos años realicé un viaje a una feria europea en Múnich y fue sorprendente ver los tejados de las casas con placas solares tras pasar los Pirineos”, dice Velasco.
En Europa existe “una conciencia diferente”, con “políticas más ventajosas y más enfocadas a promocionar estas instalaciones”. El responsable del departamento técnico incluso alude a las instalaciones que existen en las granjas de Baviera, y todo pese a que ningún país reúne las condiciones de preferencia que tiene España por su clima y sus horas de sol.
España empezó bien en 2008 con las primas a las renovables, pero pronto sucumbieron y desde entonces la quiebra de grandes empresas ligadas a la fotovoltaica coparon todas las noticias. Si entonces empezaron a estar “perseguidas”, el Gobierno de España dio la vuelta con el Real Decreto 244/2019.
A los alemanes les funciona la energía solar y tienen entre 700 y 800 (hsp) horas al año de sol, por lo que en España debería ser más rentable, “pues nosotros no tenemos petróleo, pero sí horas de sol a raudales”.
Así pues, en Castilla-La Mancha existen 1.600 horas efectivas al año con un 100 por cien de radiación, cifra que superan provincias como Málaga, con 1.800. “Si para ellos es rentable, para nosotros no tiene que ser menos”, repite. Cabe apuntar que el principal proveedor de electrónica en el mundo es China, país de donde vienen la mayor parte de las placas.
Ojo con las grandes promociones
Para la instalación, Eugenio Velasco no tiene dudas: “tiene que estar en manos de profesionales”. Dielectro no solo es distribuidor, sino que también realiza cursos formativos, y el experto confirma que en estos momentos “hay al menos un instalador en cualquier municipio mayor de 3.000 habitantes en la provincia de Ciudad Real”.
Puertollano, Manzanares y Daimiel, como grandes poblaciones, tienen sus instaladores, pero también Piedrabuena, Torralba de Calatrava, Villanueva de los Infantes o Villamanrique. “El tejido empresarial se ha ramificado mucho en los últimos años y no hay pocos instaladores en la provincia”.
Eso sí, las placas solares son un buen “nicho de mercado” en la actualidad y Velasco advierte que “los instaladores y las promociones online dudosas” proliferan por doquier. Frente a ello, destaca que “no hay que perder de vista que es una instalación eléctrica y que tiene que ser ejecutada por profesionales”, tal y como contempla el reglamento.
Por ello, insiste en que “debemos de recurrir a los instaladores de confianza, al empresario local”, y ser “suspicaces” ante las ofertas a gran escala que ofrecen las grandes cadenas de distribución con grandes promociones “que pueden ocultar condiciones no adecuadas”.
Sin impacto ambiental
Impacto ambiental “no existe”. Eugenio Velasco destaca que “aprovechar los tejados para poner placas lo que produce es ahorro”. Además, alude a interesantes soluciones para reducir el impacto ambiental en los ‘megaparques’.
Es el caso de la integración de las placas en plantaciones de pastos, donde se deja que crezca el barbecho, que luego aprovechan los animales. Así, se mantiene el suelo, no existe erosión y tampoco hace falta echar herbicidas, sino que hay un mantenimiento cíclico del suelo.
Sin duda, “el impacto ambiental de estas instalaciones está muy lejos del de una central nuclear”, que necesita un río para refrigerarse, hectáreas de terreno y que produce residuos “que duran miles de años”. La energía nuclear es barata, pero “porque no cuantificamos los costes de la gestión de residuos a posteriori”.
El cambio de modelo energético
Tal y como lo conocíamos, el modelo energético ha cambiado. Eugenio Velasco hace referencia a la evolución de un sistema en el que predominaba la generación centralizada a otro en el que prima la generación distribuida. “Ahora podemos ser generadores y exportar a la red eléctrica”, que era antes misión imposible.
Así pues, Eugenio Velasco explica que “asistimos a una auténtica revolución energética”, que va a hacer a cada ciudadano “partícipe” de la generación de energía. El gran inconveniente lo van a tener las grandes eléctricas, que van a perder cuota de mercado.
La energía fotovoltaica ha tomado una importancia “vital” en el presente y, sin duda, en el futuro va a ocupar un porcentaje importante en el mix energético. “Todo va a girar en torno a la electricidad, de hecho, lo estamos viendo ya en la movilidad”. Eso le va a venir muy bien a toda la península, en especial a latitudes bajas como Andalucía y a Castilla-La Mancha.
Los coches eléctricos no gustan por la falta de autonomía, pero lo cierto es que cada vez hay más vehículos híbridos y enchufables. “En un plazo de 3 a 5 años, el parque eléctrico de vehículos va a dominar en las calles”, apunta Velasco.
“El mundo va a ser eléctrico”, dice el experto, porque la electricidad es que es “la energía más versátil y transformable”, al mismo tiempo que insiste en la capacidad que tiene la fotovoltaica a la hora de adaptarse a cada una de las variedades de consumo que necesita una persona a lo largo del día.
