J. Y. / Lanza
Ciudad Real
En concreto, la tasa de penetración de las empresas de trabajo temporal y agencias de empleo en la contratación temporal de Ciudad Real se situó en 2016 por debajo del 8%, al igual que en provincias como Cuenca, Albacete, Cáceres, Badajoz, Córdoba, Jaén, Málaga, Granada o Almería.
“Por lo general, las provincias pertenecientes a comunidades del norte de España, que tradicionalmente cuentan con tasas menores de paro y de temporalidad, presentan tasas de penetración de las ETT más elevadas que la media nacional (17,7% en 2016)”, señala Asempleo, mientras que los territorios provinciales situados más al sur de España, como Andalucía y Extremadura, “acumulan las mayores tasas de paro (más del 20%”.
Así, entre las consideraciones de estos analistas, concluyen que dichas provincias “podrían verse beneficiadas por un aumento de la intermediación” de las mencionadas agencias de empleo, teniendo en cuenta su papel en la contratación y, por tanto, en la reducción del desempleo.
“Esta reducción en el número de parados liberaría fondos públicos y permitiría reforzar la cuantía destinada a las políticas activas de empleo y el grado de su efectividad”, apuntan, pues es “una asignatura pendiente”.
Mejor posicionadas
El resto de provincias de Castilla-La Mancha están mejor posicionadas, según Asempleo, pues Toledo tiene un índice de penetración de entre el 8% y el 14% y Guadalajara se sitúa entre las más beneficiadas por las ETT, con más de un 26% de presencia en la gestión de los contratos, junto a Navarra, Zaragoza, Palencia, Segovia y Murcia.
Por ello, para alcanzar estos mejores niveles de inserción laboral y una reducción significativa de la tasa de paro, desde Asempleo opinan aprovechar los recursos de las ETT y “lograr la necesaria inclusión laboral de las personas desempleadas”, que además supondría “un fuerte alivio de la carga financiera que conllevan las políticas pasivas de empleo o prestaciones por desempleo”.
Recuerdan que España ha registrado un gasto “ingente” en los últimos años -19.800 millones de euros en 2016-, en este tipo de políticos, “en línea con el alto volumen de desempleo existente” y que, según dicen, “ha postergado otras dimensiones también relevantes en el ámbito del mercado de trabajo, como son las políticas activas de empleo (PAE)”.
Otra ventaja de una mayor intermediación de las ETT sería una reducción del gasto en prestaciones por desempleo y aumentaría el gasto en prestaciones por parado (actualmente, uno de los más bajos de la UE-15), de tal forma que se podrían implementar más y mejores políticas activas de empleo que las actuales. Igualmente, dice la asociación, sería recomendable que la distribución del gasto en políticas activas de empleo en España se asemejase más al de la media de la UE-15, donde se destina una mayor proporción a la formación de los parados y la recualificación de los ocupados, en detrimento de las bonificaciones para contratación de los desempleados.