Antifaces de flecos, mandiles de cuadros, tutús multicolores y sombreros de copa. Pasamanerías, lentejuelas, plumas, abalorios y brillantina. Capas de vikingo, espadas de gladiador, mallas de superhéroe y faldas de época. La fiesta de la máscara, la brillantina y la desvergüenza da el pistoletazo de salida este fin de semana en Ciudad Real.
A estas horas, no hay rincón en la provincia donde no se escuche a lo lejos las charangas, donde chavales no tarareen cantares junto a guitarra y cajón flamenco, donde costureras y expertos en manualidades no den los últimos retoques a los disfraces con aguja y pistola de silicona en mano, o donde decenas de personas no repitan una y otra vez coreografías. Dicen las Máscaras Mayores de Miguelturra que “en carnaval se trata de divertirse y divertir a la gente”, de sacar toda la alegría y dar a conocer la fiesta “al mundo entero”. Viva el Carnaval.
Medio mundo conoce las chirigotas de Cádiz y las comparsas de Santa Cruz de Tenerife, pero en esta provincia de interior que con tanto arraigo y cariño perpetúa sus tradiciones existe un carnaval de tal riqueza que poco tiene que envidiar a los que copan los telediarios.
En el Carnaval de Miguelturra, las máscaras callejeras invaden las calles al grito de “¿a que no me conoces?”; en el de Herencia, el Perlé recorre entre gigantes y cabezudos la localidad asustando a los niños; y en el Domingo de Piñata de Ciudad Real, más de 3.000 personas salen en comparsas y carrozas.
Pero es que la fiesta es tan plural y está tan vinculada a los pueblos más pequeños que reatas de caballería con banderas de calaveras recorren a cada toque de ánimas Torrenueva en el Martes de Carnaval y los vecinos de Calzada de Calatrava mantean a los peleles en el Jueves Lardero. Concursos de disfraces, desfiles de comparsas, actuaciones de murgas y fiestas infantiles llenan la programación festiva en los próximos días de cualquier municipio de Ciudad Real.
El Domingo de Piñata de Ciudad Real y la contribución de la provincia
Todavía persiste en la memoria la recreación de la revolución francesa de la peña El Burleta de Campo de Criptana, que consiguió el Arlequín de Oro del Concurso Nacional de Carrozas y Comparsas del Domingo de Piñata de Ciudad Real en 2019. Imposible no recordar las cabezas del monarca Luis XVI y su mujer, los trajes aterciopelados, las pelucas barrocas, las casacas y las coreografías con la marsellesa de fondo. Tampoco el dragón, los osos panda y los guerreros ancestrales de la peña Harúspices de Tomelloso, como ‘Esencia china’, y tantos montajes creados a lo largo y ancho de una provincia que se vuelca con el carnaval.
La asociación Axonsou de Herencia, Los Tunantes de Piedrabuena, el colegio de la Virgen del Socorro de Argamasilla de Calatrava, la Asociación Cultural Guasap de Arenas de San Juan o las Amas de Casa de Pozuelo de Calatrava; todos garantizan el presente y el futuro de este gran desfile declarado Fiesta de Interés Turístico Regional. Cabe destacar que, aunque es el desfile más multitudinario, existen muchos otros en la provincia, desde Valdepeñas a Manzanares o Bolaños de Calatrava.
De la máscara callejera de Miguelturra al Perlé de Herencia
Diez días de fiesta sin parangón. La máscara callejera es la reina del Carnaval de Miguelturra, la que se pone el trapo en la cara, busca ropajes en baúles, camina al estilo Lina Morgan, y se pone culo y tetas. Es la máscara más añeja de la provincia, la misma que corría delante de la guardia civil en la censura y la que consigue movilizar a familias enteras en las calles.
Divertida, provocadora y muy acogedora es esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional hace dos años. Su concurso de murgas y el desfile de carrozas también es espectacular, pero es que en estos días no faltan los concursos de disfraz, ni las comidas multitudinarias, a las que asiste un personaje típico: el Alhiguí, que lanza castañas y caramelos entre la gente.
Lleva blusa holgada, pantalón de tela a rayas de colores “a modo de pijama” y en la cabeza un gorro infantil. Circula por la población, se mezcla con las máscaras y asusta a los niños. El Perlé es otra de las figuras más características del carnaval manchego, desde Herencia, que ya ha celebrado el Sábado de los Ansiosos y el Domingo de las Deseosas. Será porque no se pueden esperar.
El Carnaval de Herencia, declarado de Interés Turístico Nacional, son las jinetas, que representan a los gremios; y también las lloronas del entierro de la Sardina. Al margen del pescado del Miércoles de Ceniza, los herencianos recomiendan estos días llevar cacahuetes para unirse al “puñao” y reponer fuerzas con la “rosca utrera”. Sin duda, la fiesta ofrece en toda la provincia una oportunidad perfecta para probar las gachas de pitos o el pisto manchego.
En cada rincón de la provincia
Dispuestas a poner “patas arriba” al vecindario con sus músicas bailongas y letras sátiras, las murgas, chirigotas y estudiantinas protagonizan la fiesta en Almadén, también declarada de Interés Turístico Regional. Al ritmo de las turutas, no hay acontecimiento jocoso que pase a lo largo del año que no consiga ninguna letra, entre algún tirón de orejas a algún político.
Ahora bien, Almadén no ha sido el único municipio donde han proliferado las murgas: ‘El culo de la Manola’ de Daimiel, ‘Los flamencos del barranco’ de Torralba de Calatrava, ‘Vaya trola’ de Puertollano o ‘Los futuros camareros’ de La Solana, son solo algunas de las que han hecho historia.
Poco tienen que ver las murgas con los actos de respeto a los difuntos ligados a las cofradías de ánimas que existen en Malagón o Torrenueva, ambos con reconocimiento como fiesta de interés de Castilla-La Mancha, al igual que el carnaval que tiene lugar en Alcázar de San Juan en Navidad. Las banderas con calaveras ondean en La Borricá de Torrenueva y en Malagón lucen unos curiosos bastones. Carnavales hay para todos los gustos.
