Con un patio de butacas totalmente abarrotado, y numeroso público en el anfiteatro, se desarrolló este evento que consiguió satisfacer plenamente a los presentes con fragmentos de obras de Luna, como la «Danza del fuego», de Benamor; de Soutillo y Vert, «Ya mis horas felices», de La del Soto del Parral, o «Zambra», de La Leyenda del Beso; de Sorozábal, «No puede ser», de La Tabernera del Puerto, de Sorozábal; «Romanza del Sembrador», o «La caza del viudo», de La Rosa del Azafrán, de Guerrero; de Giménez, «Intermedio», de La Boda de Luis Alonso; «Dúo de Felipe y Mari Pepa», de La Revoltosa, de Chapí; de Penella, «Me llamabas Rafaelillo», de El Gato Montés; «El Piropo Madrileño», de María Manuela, de Moreno Torroba; «Me llaman la Primorosa», del Barbero de Sevilla, de Giménez y Nieto; o «La Jota», de La Dolores, de Bretón, terminando con su «himno» Amigos, siempre amigos, del mestro Guerrero. Acompañaron a la Orquesta Filarmónica de La Mancha, que dirige Francisco Antonio Moya, la Coral Polifónica de Ciudad Real, el Coro Infantil «La Cajita de Música», del Colegio Santo Tomás, de Ciudad Real, y el Coro Infantil de Chillón.

Gran realce dieron a la velada, por su parte, la soprano Gema Scabal, el tenor cómico Juanma Cifuentes, el tenor José Francisco Balestrini y el barítono Daniel Bañez.
Haciendo un poco de historia cabe decir que la Orquesta Filarmónica de La Mancha, que como ya hemos dicho, dirige Francisco Antonio Moya Rubio, y cuyos miembros no tienen otro interés que el uso y disfrute de la música, nace en 2008 sin ningún apoyo institucional ni de cualquier sponsor o patrocinador, no habiendo dejado por ello de crecer y desarrollar proyectos, consiguiendo un alto grado de actividad, que se puede calcular, en números, en una media de veinticinco conciertos anuales, en diversos puntos de España.

Sobre la zarzuela, especialmente para los menos familiarizados con ella, podemos decir que es una forma de música teatral o género musical escénico surgido en España que se distingue especialmente por contener partes instrumentales, partes cantadas y partes habladas, así como que los primeros autores que aportaron a este nuevo estilo de teatro musical fueron Lope de Vega y Calderón de La Barca. Si tenemos en cuenta que una de las primeras zarzuelas, «El golfo de las sirenas», se estrena en 1657, todo hace suponer que dicho género nace en el mencionado siglo XVII.
