Aunque en los últimos días del pasado mes de septiembre, y hasta en la mañana de hoy sábado, se han celebrado diversos actos y cultos tanto religiosos cómo lúdicos con motivo del setenta y cinco aniversario de la fundación de la Hermandad de Las Palmas de nuestra capital, tales que un solemne triduo, una Función Religiosa Principal Extraordinaria, o un homenaje a los hermanos que pertenecieron a la misma durante los años cuarenta y cincuenta, principalmente, del pasado siglo, esta tarde-noche se ha vivido el punto culmen de dicho aniversario con la procesión extraordinaria de Jesús entrando en Jerusalén a lomos de una borriquilla, representación plástica del imaginero valenciano José de Rabasa, realizada en la primera mitad del pasado siglo XX.
Minutos después de las seis y media, y tras la entrega a la Hermandad de la Medalla de oro conmemorativa del acontecimiento, por parte de la alcaldesa, Pilar Zamora Bastante ante el grupo escultórico que fue recibido a su salida del colegio salesiano “Hermano Gárate” con los acordes del Himno Nacional, iniciaba su caminar el cortejo procesional para recorrer el siguiente itinerario, igualmente extraordinario, que continuó por las calles de Ramírez de Arellano, Tinte, Ciruela, Juan Caba, San Francisco, Plaza de San Francisco, Ruiz Morote, Paloma, Cruz, María Cristina, Toledo, Pasaje de La Merced, Caballeros, Plaza del Carmen, Azucena, Prado, Paseo del Prado, Reyes, de nuevo Paseo del Prado, Mercado Viejo, Plaza Mayor, General Aguilera, Plaza del Pilar, Avenida del Rey Santo y de nuevo Ramírez de Arellano para regresar al punto de partida, según las previsiones, al filo de las once de la noche.
Tras la Cruz de Guía, con la palabra Hosanna, acompañada por dos ciriales, avanzaba una representación de la sección infantil de la Hermandad, a la que proseguían representaciones de las distintas hermandades de Pasión y Gloria de la ciudad, aunque todas ellas habían sido invitadas previamente. Tras ellos caminaban los hermanos de la anfitriona, que daban paso al grupo de acólitos que precedían al “paso”, portado por treinta y cinco “costaleros”.
El trono presentaba una artística iluminación consistente en cuatro candelabros de guardabrisa, con cirios naturales, cedidos por la Hermandad de la Coronación de Espinas, y un exorno floral de estilo “campestre”, -en palabras de su Hermano Mayor, José Manuel Moreno-, ante el cual ocupaba su sitio una representación de la Guardia Civil que, por cierto, celebra en este 2019 su ciento setenta y cinco aniversario.
La presidencia religiosa la ocupaba el director del colegio, Julián Sánchez Mora, sacerdote salesiano. Tras las autoridades municipales, -representantes del Partido Popular y de Ciudadanos-, cerraba el desfile la Agrupación Musical “Nuestro Padre Jesús Redentor”, de Moral de Calatrava, -al igual que lo viene haciendo ininterrumpidamente desde el año 2008, interpretando excelentes “marchas” cómo “He aquí tu Rey”, “Consuelo gitano”, “En la Gloria Dios te salve”, “Mi Cristo coronado”, “Gitano de Sevilla”, “A la Gloria”,… y así hasta completar un repertorio de más de cincuenta composiciones.
Retazos históricos
A modo de breve pincelada histórica, decir que la hermandad fue fundada en 1944, aunque es al año siguiente, concretamente el 25 de marzo de 1945, cuando realiza su primer desfile procesional, y cómo fechas históricas cabe recordar que en 1960 se incorporan al “paso” las imágenes del hebreo y los dos niños; que en 2009 tuvo lugar la entronización en la iglesia de San Ignacio de Loyola, o que en 2014 hace su primera salida desde el Colegio “Beato Hermano Gárate”.