Jesús D.G., ‘Pitingo’, el toxicómano del barrio de Los Ángeles de Ciudad Real acusado de intentar matar al cliente de un bar al que hirió en el cuello ha sido condenado a dos años y medio de prisión por intento de homicidio.
La pena es más leve de la que pedía la fiscalía (seis años), puesto que el tribunal considera que concurre la atenuante analógica de drogadicción y reparación del daño (su familia ha indemnizado a la víctima). No obstante la sección segunda de la Audiencia Provincial que juzgó el caso le impone cuatro años de libertad vigilada que deberá cumplir cuando salga de la cárcel: no podrá acercarse a menos de trescientos metros de su víctima, vecino como él del barrio en el que pasó todo hace un año.
El tribunal considera probado que el 24 de marzo del año pasado, sobre las nueve menos cuarto de la noche, el acusado le pidió un cigarro a una mujer que fumaba en el velador de la terraza de un bar, ella se negó, y ‘Pitingo’ empezó a increparla, lo que motivó que interviniera su marido, J.F.M.T., que se había quedado en el interior del local.
Le dio un tajo en el cuello
En ese momento el acusado “de forma súbita le asestó un corte o tajo de derecha a izquierda desde la oreja hasta la garganta” -dice textualmente el relato de hechos probados-, con un objeto punzante parecido a un cuchillo (no ha aparecido), que le provocó un corte de 17 centímetros en una zona vital, aunque no fue grave porque instintivamente la víctima se apartó y sólo afectó a la piel.
Jesús D.G., de 47 años, es politoxicómano de larga evolución desde los 22 años, con dependencia a opiáceos y benzodiacepinas y se encuentra sometido al programa de mantenimiento de metadona desde 1998. Se da por probado que consume mayores dosis de las pautadas, lo que ese día pudo disminuir y limitar, aunque no anular, sus facultades intelectivas y volitivas.
El ya condenado está prisión preventiva por esto desde el 27 de marzo del año pasado.