Loli y su marido Hilario, septuagenarios de Logroño, son dos de esos cientos de personas que se quedaron varadas en algún tren con circulación por la provincia de Ciudad Real el lunes en el gran apagón. Viajaban en un AVE a Málaga que tomaron en Calatayud (Zaragoza) donde hicieron trasbordo desde Logroño, su ciudad, de la que salieron a primera hora. Ese tren, su tren, «se paró en medio de la nada entre Madrid y Toledo”, cuenta Loli. Los trasladaron en un autobús de un particular a Ciudad Real a media tarde, y en vez de ir al pabellón Rey Felipe en el que les ofrecieron alojamiento, agua y comida, optaron por pernoctar en un hotel.

Veinticuatro horas después de emprender su viaje desde Logroño, a las nueve y media de este martes, estaban en la estación de Ciudad Real. Como no pasaron la noche en el pabellón, con el resto de pasajeros de otros trenes, no les han avisado, y no han cogido el primer AVE a Málaga que ha salido de Ciudad Real esta mañana. Hartos y un poco cabreados porque Renfe no les haya comunicado nada del cambio, han optado por contratar un taxi para llegar a su destino. “Tengo 77 año, estoy molida”, ha contado a Lanza Loli en la estación de tren de Ciudad Real.
“No queremos arriesgarnos a esperar otro tren que a saber cuando saldrá, nos vamos a coger un taxi a Málaga por 430 euros, no tenemos edad para tonterías”, explican.

Tres horas con calor y quejas
Reconocen que han descansado un poco en el hotel, pero no lo suficiente, para lo que han pasado. “Después de salir de Calatayud paramos en Madrid a coger gente [sigue el relato de Loli] nos pusimos en marcha y sobre las doce y media nos quedamos parados en algún sitio entre Madrid y Toledo; estuvimos como tres horas con calor y la gente quejándose, hasta que habilitaron una escalera para que pudiéramos bajar, en medio del monte”.
Después de esa parada en la vía de la alta velocidad el autobús de un particular, “el dueño era amigo de un guardia local”, cuentan, trasladó a “mayores y niños” hasta la estación del AVE de Ciudad Real. No se quedaron.
«En Ciudad Real hemos encontrado gente maravillosa»
A través de su hijo que vive en Suecia hicieron una reserva en el hotel El Molino y gracias a dos pasajeras de Ciudad Real, “Teresa y su hija Marta”, pudieron comprar víveres y moverse por Ciudad Real. “Lo mejor de esta experiencia es que nos hemos encontrado a gente maravillosa. Teresa y Marta nos llevaron a comprar algo para beber, que estaba seca; una maravilla cómo se han portado con nosotros”.

Un buen día de trabajo para los taxistas
Estos viajeros no han sido los únicos en optar por el taxi, al menos otro taxista de Ciudad Real ha hecho otro viaje Ciudad Real-Málaga en una jornada muy activa para este sector. Otros profesionales del taxi, de la parada del AVE, no han hecho carreras tan largas, pero admiten que han tenido mucha actividad. José, uno de ellos, captó clientes de un autobús con pasajeros reubicados de viajes al sur, Málaga, Córdoba y Sevilla que llegó a la estación de Ciudad Real sobre la seis de la tarde y los llevó a Montilla (Córdoba).
Gabriel, su compañero, no salió de Ciudad Real pero ha tenido trabajo en las últimas horas, «como si fuera un día de la feria», explica.