Durante todo el día de hoy, -hasta las nueve de la noche-, los ciudadrealeños tendrán la oportunidad de dar su último adiós al que fuese el décimo Obispo Prior de nuestra Diócesis, Rafael Torija de La Fuente, fallecido cómo saben nuestros lectores en la madrugada de ayer sábado, y cuyas exequias se oficiarán este lunes, día cuatro, a partir de las once de la mañana, en la Santa Iglesia Catedral Basílica, templo en el que igualmente ha quedado colocada la “capilla ardiente”, en la del Sagrario de dicho recinto sagrado.
Con una puntualidad extrema sobre el horario previsto, al filo de las diez de esta mañana llegaba a las puertas de la Catedral el coche fúnebre portando los restos mortales del prelado, toledano de nacimiento, que comenzó a pastorear nuestra iglesia diocesana en los albores del mes de noviembre de 1976.
Fue recibido por el Obispo actual, Gerardo Melgar, a quien acompañaban el Presidente del Cabildo Catedral, Bernardo Torres Escudero; el Maestro de Ceremonias, José Valiente Lendrino; el Vicario General, Tomás Villar Salinas; así cómo numerosos sacerdotes del propio cabildo y de las distintas parroquias del arciprestazgo de Ciudad Real, y de otros puntos de la geografía provincial.
Tras aspergar el féretro, Gerardo Melgar, revestido con capa pluvial en color morado, -cómo signo de tristeza y luto-, pronunció una breve oración, seguida por los presentes. A continuación comenzó una breve procesión por la vía sacra, -o pasillo central del templo-, hasta el punto donde se han expuesto los restos del finado.
Una vez que los técnicos destaparon el ataúd y dieron los últimos retoques al cadáver, y ante varios cientos de fieles que ocupaban el templo y la referida Capilla del Sagrario, se ofició, presidido por Gerardo Melgar, un responso en el que además de las preces, oración final y rezo del Padrenuestro, se proclamó la lectura bíblica, correspondiente a los versículos 1 al 6 del capítulo 14, del Evangelio según San Juan.
Revestido de acuerdo a su rango episcopal
La “capilla ardiente” de Rafael Torija, -revestido de acuerdo con su rango episcopal, igualmente en tono morado-, presenta un sencillo ornato a base de flores donadas por diversas hermandades y cofradías, -tanto de nuestra capital, cómo de fuera de ella-, entidades, -indiscriminadamente religiosas y civiles-, y fieles en general, y cuatro sencillos cirios de cera natural. Desde Noez, -su población natal-, y otros puntos geográficos, se han desplazado a nuestra ciudad varios sobrinos y sobrinas del finado.
Vigilia de oración
Por el eterno descanso de Rafael Torija se celebrará, a partir de las nueve de la noche de hoy domingo, una vigilia de oración a la que cabe augurar una gran concurrencia, y de cuyo desarrollo les informaremos oportunamente.