V.M.L.D., el varón de 22 años acusado de una presunta agresión homófoba a otro de 23 años en un bar del Torreón de Ciudad Real, ha reconocido que le pegó un puñetazo y le partió dos dientes, y ha aceptado una condena de lesiones con deformidad de tres años y ocho meses, pero no ha reconocido que lo hiciera por motivos de odio.
El acusado, en prisión por no acudir al juicio en julio y quebrantar una orden de alejamiento, ha aceptado este martes ante la sección primera de la Audiencia Provincial indemnizar al perjudicado con 21.000 euros y una orden de alejamiento de cinco años.
Ante el reconocimiento del puñetazo, la acusación particular que pedía la agravante de delito de odio por motivos homófobos la ha retirado para posibilidad el acuerdo de conformidad que ha evitado el juicio.
“Mi representado quiere pasar página de todo esto y lo mucho que lo ha perjudicado” (perdió su trabajo que de cara al público, y tiene secuelas de la agresión tres años después), ha explicado a Lanza el abogado de la víctima, Ángel María Rico.
Lo atacó al grito de “maricón”
El escrito de hechos probados con que se ha mostrado conforme el acusado refiere que el perjudicado, un joven de 23 años de aspecto aniñado, entró a buscar a unos amigos al local Antigua Estación de Ciudad Real a las seis de la mañana del 22 de octubre de 2017. Cómo no los encontró, salió para irse a casa cuando en la puerta se encontró al acusado que le golpeó en la boca con tanta saña que le partió los dos dientes incisivos y le provocó “un problema maxilar importante”, por el que ha tenido que someterse a varias cirugías.
Aunque esto no se recoge en la sentencia el acusado ha mantenido que le pegó porque estaba muy borracho, mientras que la víctima dice que antes de pegarle lo llamó “maricón”, supone que por su aspecto.
